miércoles, 19 de septiembre de 2007

La noche del recuerdo 18 de septiembre del 2005 : después de las elecciones Schröder quiere seguir como canciller


Hoy 19 de septiembre, hace dos años, esto es, el 19 de septiembre del 2005, publicaba este artículo: La rueda de Berlín o "ronda de los elefantes"

Lo escribí muy temprano en la mañana, teniendo aún muy presente lo que había ocurrido el día anterior en la televisión, esto es, en cada casa alemana (no tengo televisor, porque no quiero pagar más de 17 euros al mes por poseer un aparato capaz de captar las ondas de televisión, ver Cuánto pagamos por la televisión).

Recuerdo la frase de Montse (Internet Política), en el foro del artículo: Ja,ja, me he reído un montón con tu descripción de la rueda de prensa. ¡Menudo espectáculo, Marta! ¿No hay vídeo?

Ayer, en la radio (repito que no veo tele) se recordó esa memorable (y triste, porque nos demostró qué bajo puede(n) caer (un) político(s)). Comentaban los periodistas la frase de la (tercera o cuarta, lo olvidé) "esposa" de Schröder, Doris Köpf-Schröder (así se llama, ¿no?): su marido realizó una presentación suboptimal, esto es "subóptima", esto, porque como mujer, nunca le está permitido decirle a su marido que estuvo muy, pero muy mal. La tesis más difundida de lo que "le pasó" es que había tomado tranquilizantes y consumido alcohol al mismo tiempo; pero otros dicen -es mi tesis- que simplemente, él es así, por eso se lo conocía como el canciller del basta, porque él siempre tenía / tiene que decir la última palabra en todo y nadie puede contradecirlo. ¿Es esta forma de ser la de un verdadero demócrata?

Recuerdo que, antes de la rueda o ronda, estaban reunidos los políticos de la Unión (CDU/CSU) y, entre ellos, la Sra. Merkel, lógico. Recordemos que la mujer + Ossi Angela Merkel había sido la candidata de punta y había logrado (pese a la mala situación del gobierno de Schröder) y a que la Unión tenía muy buenas cifras en un comienzo, un muy mal resultado en las urnas. Peor aún que Stoiber, dos años antes.

En otras palabras, el electorado alemán no quería tener a la Merkel como canciller. Es probable que Stoiber hubiera obtenido un mejor resultado, teniendo en consideración que dos años antes, había ya obtenido un resultado superior al de la Merkel. Si, en aquella ocasión, Edmund no había sido elegido canciller, se debía simplemente a que el resultado de Schröder había sido aún mejor.

Sí, esto ya lo sabíamos... y mucha gente lo había previsto: los alemanes no querían a la Merkel, aún menos los electores demócrata cristianos y (menos aún) los socialcristianos, pero no tenían otra alternativa.

Lo que quería contar en un comienzo y que fue grotesco (pero los periodistas no tomaron nota ni lo comentaron, supongo que están acostumbrados a este tipo de actitudes):

los otros dos políticos (Stoiber y creo que el otro era el socialista-conservador Rüttgers) no la escuchaban mientras ella hablaba. No, no le daban ni la hora, conversaban entre ellos. Y que conste que los tres estaban a la vista de millones de televidentes en un podio televisivo. Lo mismo había visto pocos días antes el Bonn, en el evento final de su campaña: mientras la sra. Merkel pronunciaba su discurso, Rüttgers y otro político conversaban vivamente entre ellos, a la vista del público... como me comentaba una amiga extranjera que estuvo conmigo en los dos eventos: "es lo que te he dicho tantas veces: en Alemania no escuchan a las mujeres..."

Esta introducción, para adelantar que, en el post siguiente copiaré lo que escribí hace dos años (así no lo tienen que buscar en mi blog antiguo, además, me temo que, tarde o temprano, la plataforma Blogspirit cierre este blog, así queda constancia de los que vivimos aquella noche).


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