Esta sra. se llama Heidi Marks. Tiene 50 años y es ciudadana norteamericana, oriunda de Alemania, de un pequeño pueblo en Unterfranken o Baja Franconia.
De Eschenau, un lugar idilíco (zona de viñas y de vino) un pueblecito cerca de Bamberg, con 32 casas y 189 habitantes.
Heidi quiso celebrar su cumpleaños (50) en compañía de sus papás y voló, desde los Estados Unidos (Indiana) a Eschenau. Donde, además, se celebraba la reunión de la generación de 1957 del colegio primario del pueblo.
Durante la celebración, ya entrada la noche, una de las presentes comentó un artículo que había salido en el diario: "cada vez son aclarados más delitos sexuales". El artículo dió pie a que algunas de las presentes comentaran lo que habían sufrido durante su niñez. Heidi mencionó dos nombres de los hombres que se habían aprovechado de ella...
Nótese que, entre los cuatro y los trece años. Y cual no sería su sorpresa, cuando las demás le contaron que los dos sujetos habían seguido abusando de otros niños durante años... O continuaban aún.
Heidi habló con su marido, padres y hermana y, apenas unas horas antes de partir de regreso a los Estados Unidos, acudió a la policía. Su caso estaba prescrito... Sin embargo, su denuncia fue la ocasión para que la policía comenzara a investigar.
A todo esto, en el pueblo se celebraría una fiesta con la que sus habitantes ganan bastante dinero con los turistas. Inmediatamente antes de comenzar los preparativos, el jefe de los bomberos (una gran autoridad en estos pueblos) anunció que no se realizaría la fiesta porque la policía investigaría abusos de menores ocurridos en el lugar (y, evidentemente, esto espantaría a los turistas).
Uno de los lugareños (el que toca el cuerno, no si no es broma, en estos lugares, es una posición muy importante) dice que se le hizo un mal muy grande a Heidi, pero agrega: "pero debería haber elegido otro momento para darlo a conocer", no antes de la fiesta.
Me pregunto dónde estaba toda esta gente que se tapaba los ojos... cuando abusaban sexualmente de niñas de cuatro, cinco, diez o trece años. A ellos, también les podríamos decir que deberían haber escogido otro momento para cerrar los ojos.
La policía comenzó a investigar a los dos inculpados y... uno de ellos se suicidó. No era cualquiera, era el "millonario" (por la cantidad de tractores) del lugar. Además, directivo de la Asociación de agricultores (el omnipoderoso Bauernverband) de la zona.
El otro (un trabajador más sencillo) intentó suicidarse, pero no le resultó y lo internaron en una clínica psiquiátrica.
¿Por qué Heidi no contó nada entonces? ¿Por qué las otras niñas víctimas no contaron nada? Los dos abusaron de Heidi ¡entre los cuatro y los trece años! Y esto, ¡durante un período de cuarenta años! ¿Nadie se dió cuenta? ¿Nadie dijo nada? ¿Nadie le preguntó? ¿Nadie sabía nada? Es que yo realmente esto no lo puedo creer.
El 2005, uno de los criminales (hoy 60), abusó de una chica de nueve años en el living (salón o sala) de su propia casa, estando su propia mujer en la casa (!). Habría que acusarla como cómplice.
Heidi explicó a sus papás que ella se había ido del pueblo a los 15 años precisamente por estos hechos. Los dos hombres le habían dicho cuando niña que, si ella contaba algo de lo ocurrido, se encargarían de expulsar a sus papás del pueblo (eran Zugezogenen, esto es, sus familias no venían del pueblo). Además, no quería "traer la vergüenza sobre sus papás".
Pero la historia no termina aquí. Después de que Heidi fue a la policía y ésta comenzó a investigar, comenzó también el calvario para su familia.
Amenazas anónimas (no me gustan los anónimos, tampoco en la blogósfera) y por escrito de "romper el cráneo", ataques reales como romper los neumáticos de los autos de la familia de su hermana y enterrarles clavos en los mismos. Otros acusaron a Heidi de haber provocado a los dos hombres. Claro, a los cuatro, cinco o diez años, seguro.
La hermana de Heidi y su familia tuvo que irse del pueblo. Sus papás, dice ella, no tienen dinero para cambiarse, pero ella espera mandarles lo suficiente para que puedan trasladarse a otro lugar.
El fiscal que investiga el caso dijo que "Nunca había visto un clima como este, de miedo y de silencio (culpable) (2).
No hay que olvidar que los casos de abusos sexuales se extendieron por un periodo de, al menos, cuarenta años y en un pueblo donde todos se conocen entre sí... agregó.
Es como para escribir el guión de una película... Una de esas del tipo de Stephen King, en que todos miran hacia otro lado y nadie quiere ver la realidad, ni defender a los más débiles. Esta vez, el pueblo no se llamará Little Rock sino Eschenau.
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(1) Aber der Zeitpunkt, an dem die Opfer sich zu erkennen gaben, diesen Zeitpunkt hätte man auch anders wählen können.
(2) „Ein solches Klima der Angst und Verschwiegenheit habe ich noch nie erlebt.“
Reflexiones sobre una nueva constitución para Chile, por Javier Edwards
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*Recibí este texto por whatsapp. Copio lo que recibí. Supongo que será de
Javier; pero no estoy segura, ni tengo cómo comunicarme con él para
preguntarle....
Hace 4 años
3 comentarios:
Pasa, Marta, que las generaciones anteriores no estábamos preparados para denunciar. Los padres no nos hablaban claro, si pasaba algo así, bastaba con una amenaza de los culpables y los niños callaban por sentirse culpables ellos(!). Es bueno que haya entrado luz y aire sobre estos temas, pero ha entrado en parte por algo no tan bueno que es la sobreexposición de la sexualidad en todos los terrenos, lo bueno, como ésto, y lo malo de tener erotizada la sociedad occidental.
gracias querida Alemamá!
increíble! da como para pensar mucho más...
sin duda, esta sobresexualización de la soc. occidental (en algunos países, más; en otros, menos) y esta falta de naturalidad al tratar el tema de la sexualidad es también una causa de que, lamentablemente, esto siga ocurriendo.
Un abrazo y mil gracias por tu comentario!
Hola, Marta, muy buenos tus blogs! Voy a empezar a visitarlos con frecuencia.
Con respecto a este caso, quisiera comentar dos cosas:
- Por un lado, la importancia de inculcarles a los chicos educación sexual desde bien pequeños (por ejemplo, yo que trabajo en un jardín de infantes, ante cualquier situación del estilo "Fulanito me espió mientras estaba en el baño", no dejo de decirle a mis alumnitos que su cuerpito es suyo y nadie tiene derecho de mirarlos y mucho menos de tocarlos).
- Segundo, creo que, a diferencia de lo que hubiera ocurrido acá en la Argentina, es destacable que de inmediato se investigó a los acusados y el caso salió a la luz, aún siendo dos tipos tan poderosos. Eso acá no hubiera pasado, estoy segura.
Bueno, nada más, muchas gracias por haberme visitado!!!
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