El viernes pasado, murió Walter Kempowski, escritor alemán, muy conocido (pero no entre los jóvenes, ni entre los escolares, pues en los colegios seguimos leyendo solamente a Brecht y a Grass...).
Kempowski pasó varios años de su vida en prisión, en prisión política. No, no fue detenido para ser interrogado y después se le liberó, sino que lo condenaron a 25 años de prisión en Bautzen.
El 8 de marzo de 1948, Walter (que simpatizaba con el partido liberal que se había formado en la RDA ó DDR, esto es, en Alemania oriental) y su hermano Robert fueron detenidos, acusados de espionaje para los norteamericanos (la típica historia que se ha inventado muchas veces) y condenados a 25 años de trabajos forzados, su mamá, a 10. Su papá había muerto en los últimos años de la guerra.
El problema real fue que su familia tenía una compañía naviera (como corresponde a una familia de Rostock, no era gente rica, pero burgueses de una ciudad hanseática, con todo lo que eso significa, significaba).
Y, por esta razón, su hermano se dió cuenta que los soviéticos -con la excusa del desmontaje industrial- se llevaron demasiados elementos de las navieras, más de los que les permitía desmontar el Tratado de Potsdam por concepto de reparaciones de guerra y a los que, los EEUU -de acuerdo a la doctrina Truman.
El hermano de Walter, el mencionado Robert, juntó los documentos que demostraban esta injusticia y Walter, se los entregó a las autoridades norteamericanas.
Por ello, las condenas en la prisión política de Bautzen (Zuchthaus Bautzen) uno de los centros de reclusión y prisión en el territorio de la Alemania oriental.
Afortunadamente, a su mamá, la liberaron antes en 1954 y pudo emigrar a Alemania libre. A Walter lo liberaron el 8 de marzo del 56 y se fue a Hamburgo... otra ciudad hanseática.
Recién en 1969, salió su primera obra, „Im Block. Ein Haftbericht“, que cuenta su vida en Bautzen. De ellos, no se vendieron, ni mil ejemplares... Claro, una sociedad sólo escucha lo que quiere escuchar... y no más.
Hoy, cuesta 22 euros en Amazon
Su obra en Libros-Wiki
Todos los medios le han dedicado un lugar preferente e inluso, grandes diarios, la primera página. Asimismo, el Pdte. Köhler le rindió un homenaje público, apenas conocida la noticia de su muerte.
Agua Maldita
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Cuenta la leyenda que el monarca Abdul-El-Agreb adoraba el agua. Su
fastuoso palacio, construido en varios niveles, estaba rodeado de estanques
y fuente...
Hace 3 años
7 comentarios:
hanseático como thomas mann, y los buddenbrook...
sí, pero a miles de kilómetros de distancia mental y moral de los Männer...
te hago a vos y a los lectores alemanes la pregunta envenenada del primer curso de historia económica ¿cuantas eran las ciudades hanseáticas?
uy, se dice que, en total, en la historia, los sitios o lugares que, algún momento fueron hanseáticos, habrían sido cerca de 200.
Muchos de estos lugares hoy en día ni siquiera se conocen, sobre todo los que quedaron al otro lado de la cortina del socialismo real.
Dentro de Alemania, me llevé la sorpresa que hasta Colonia fue ciudad hanseática. Pero los colonienses tienen cero de lo que llamamos mentalidad o forma de ser hanseática, son como el polo opuesto.
Últimamente, en la década del 80, se creo la Nueva Hansa.
A lo mejor, después más. Un abrazo!
la respuesta correcta para aprobar en la facultad de ciencias economicas de la univ de bs as era marta -por eso lo de la pregunta envenenada- que el numero se desconocía, ya que era mantenido en secreto por todas las ciudades integrantes de la hansa.
se suponía que alcanzaban un numero similar al que vos mencionás.-
entonces... pasé de curso!?
si, pero si primero decías que era un secreto!!!
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