viernes, 4 de abril de 2008

Hellmut Stern sobre Herbert von Karajan


Mañana se cumplen 100 años del nacimiento de Herbert von Karajan

A propósito de este aniversario, hoy se entrevistó en DLF al violinista Hellmut Stern. Su libro a la derecha.

La entrevista: Kein Genie, aber Mann mit Charisma = no era un genio, pero tenía carisma. Von Karajan, claro.

Heribert Ritter von Karajan proviene de una familia armenia (como lo indica su nombre) de Macedonia y austriacos o debiéramos decir, ciudadanos con pasaporte del Imperio multicultural y multiétnico de los Austrias.

Hellmuth Stern fue violinista de la Filarmónica de Berlín durante más de de treinta años.

La entrevista en mp3

Habla del Klang que es lo que ahora se denomina sound, en inglés. Pero él prefiere la voz alemana Klang. Dice que, para Karajan, el Klang era lo más importante. Que algunas veces, ellos, los músicos, hablaban de la salsa de vainilla que lo cubría todo para referirse al Klang.

Cuenta Stern que, acomienzos de los '60, durante el gran renacimiento de Mahler, le preguntó a Karajan porqué no tocaban a Mahler. A lo que el gran dirigente contestó: "siempre hay algún movimiento en Mahler que es muy feo". Stern explica que Karajan venía de la Vieja Viena donde imperaban estas ideas. Stern agrega que, de alguna forma, Karajan incorporó el sonido de las bandas militares a su trabajo filarmónico.

El periodista se extraña y le pregunta a Stern si Karajan no era unnahbar = inaccesible, inabordable. A lo que el violinista responde: Naturalmente no lo era, no para los músicos de la orquesta y se corrige un poco "claro que no para cualquiera". Esto es, para algunos sí estaba abierto, para otros, no.

"Él era un esteta. No dejaba que cualquiera se le acercara. Corporalmente, no lo aceptaba en absoluto. Por ej., a él no le gustaba algo para nosotros tan común como dar la mano. Nunca, ningún viejo amigo le dió una palmada en la espalda".

Le preguntan si Karajan realmente era un genio. A lo que Stern responde que no lo era. Y que es cierto que se ponía él mismo en escena (inszenieren). Tenía indudablemente un gran carisma, era de los que entraban a algún lugar y todos lo escuchaban.

La preguntan si era realmente un nazi, porque había ingresado, al menos una vez, en el Partido Obrero Nacional Socialista. Stern responde riéndose: "no una, sino dos veces". Y explica: "no era un nazi, era un oportunista; pero otros también lo fueron". "Era oportuno entras al Partido de los nazis".

"También es claro que él no cometió ningún delito. Pero, por otro lado, nos preguntamos cómo es posible que personas como él hayan cerrado los ojos y no hayan querido ver lo que ocurría en la calle y era notorio. Las humillaciones, los asaltos, era algo que se veía en la calle. Pero todo esto fue reprimido (verdrängen)" (2)

Le preguntan al violinista -cuya familia tuvo que huir de Europa- si alguna vez habló con Karajan del III Reich. A lo que responde con un claro "¡No!" El periodista insiste: ¿por qué no? Stern: "Esto es algo muy raro y muchas veces, después, también me lo he preguntado".

"Yo lo reprimí y él lo reprimió. Todos lo reprimimos y, sobre todo, mis colegas de entonces. Algunos había sido militares, otros simpatizantes (la palabra Mitläufer es más que eso, significa el que va con alguien, podríamos llamarlo un acompañante) y algunos, verdaderos nazis. Explica que tendrían que haberse ido todos ellos de la orquesta" (en el sentido de que esto habría sido imposible).

Y continúa: "por ej., a mí nunca me preguntaron mis colegas y yo nunca les conté nada. Alguna vez, jugando a las cartas, comenté que algo era en China totalmente distinto. A lo que preguntaron: ¿China! ¿Qué hiciste en China? Bueno, ¡sobrevivir! ¿Sobrevivir? Por qué estuviste en China? etc. (3)

"En otras palabras, había una ignorancia completa en cuanto a lo que habían hecho con nosotros", con el "nosotros", se refiere al pueblo judío. No sin bastante autocrítica, añade: "Los músicos estamos orgullosos de no ser políticos. Decimos: no tenemos nada que ver con la política" (4).

El periodista le comenta que la mejor manera de reprimir es tener un calendario muy ocupado, como el de Karajan y grabar, como él, más de mil horas de música. Stern nos cuenta que, en un comienzo, a Karajan no le interesaban los discos. Pero tenía un buen amigo, el sr. Morita, de la Sony, que le mostraba año a año los nuevos descubrimientos y las novedades técnicas. Y, como cada año viajábamos a Japón, cada año había algo nuevo. Karajan se entusiasmaba y quería probarlas cuanto antes. Las primeras películas son de Japón y las vimos, apenas regresar al hotel, nos vimos tocar a nosotros mismos.

Parece que el comienzo del fin de la relación entre la Filarmónica de Berlín y Karajan fue el intento del director de que la clarinetista Sabine Meyer permaneciera en la orquesta, a lo que ésta se oponía. Las decisiones se tomaban en elecciones (dos tercios, desde hacía más de cien años, 125 en ese entonces) y ella no logró estos dos tercios (Stern dice que votó a su favor, pese a que su tono no pegaba en la orquesta).

Stern cuenta que Karajan usó esto como una excusa para castigar (strafen) a la orquesta. Se había vuelto viejo y estaba enfermo. Había muchos que le decían siempre que sí a todo (Ja-Sager). Los llamábamos Jagos.

Al final, le preguntan por una anécdota y Stern cuenta lo siguiente:

"En una oportunidad, hablábamos sobre la vida (tal vez sea importante señalar que Stern es ateo, al igual que su familia, cuenta, en otro lugar, que no le dieron ninguna formación religiosa en su familia, pese a que su papá cantaba algunas veces en la sinagoga) y le pregunté si él creía en la reencarnación. Él me dijo: 'sí, creo firmemente en ello. ¡Un espíritu como el mío, no puede extinguirse!'" (5).


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(1) Er war ja so eine Art Ästhet. Er hat nicht jeden an sich rangelassen. Körperlich wollte er auch gar nicht. Zum Beispiel Hände geben, was bei uns normal ist, guten Tag, bei ihm lieber nicht. Oder wenn irgend so ein alter Freund, na, wie geht es denn, und dann ein Knall auf die Schulter, das gab es auch nicht.

(2) Stern: Erstens: Er ist nicht nur einmal, sondern zweimal eingetreten, damit es besser hält. Und zweitens: Nazi war er nicht, denn man muss ja nun mal definieren, wer ist Nazi und wer ist nur Mitläufer, wer ist nur Opportunist und so weiter. Also er war das letzte. Er war Opportunist, aber das waren andere auch. Es war wohl opportun, in die Nazi-Partei einzutreten. Dass er keine Verbrechen gemacht hat, das ist ganz klar. Auf der anderen Seite kann man natürlich sagen, wie kommt es, dass solche Menschen die Augen zugemacht haben und nichts wissen wollten von dem, was ja offen auf den Straßen passierte? Diese ganze Erniedrigung, diese Überfälle auf Menschen, die auf der Straße sichtbar waren, das wurde alles verdrängt.

(3) Das ist eine seltsame Sache, die ich mir im Nachhinein auch gestellt habe. Ich habe verdrängt, und er hat verdrängt. Verdrängt haben wir alle und vor allem auch meine damaligen Kollegen. Da waren ja noch welche von früher, das waren Soldaten. Und es gab welche, die Mitläufer, und es gab richtige Nazis. Die mussten dann zwar raus aus dem Orchester. Ich bin zum Beispiel niemals gefragt worden von meinen Kollegen, und ich habe auch von mir aus nichts gesagt. Nur ab und zu habe ich mal beim Kartenspielen, das war in China ganz anders. China, was hast du denn da gemacht? Na ja, überlebt! Was heißt das, warum? Warum bist du nach China und so?

(4) Also vollkommene Ignoranz, was mit uns geschehen ist. Aber das ist nun mal so, und das gilt auch für Herrn von Karajan. Musiker sind sogar stolz darauf, dass sie keine Politiker sind. Das heißt, wir haben mit der Politik nichts zu tun, wir spielen!

(5) Ich weiß nicht ob es eine Anekdote ist, aber wir haben uns mal unterhalten über das Leben danach. Ich fragte ihn, ob er daran glaubt, dass er wieder aufstehen wird. Da sagte er: "Aber ganz sicher glaube ich daran. Ein Geist wie meiner, der kann doch nicht untergehen!"


4 comentarios:

ayco dijo...

El violinista se ve que no es un oportunista, se nota que no...

Andrés Álvarez dijo...

Hay tanta gente con pasado oscuro...Ratzinger...Günther Grass...o mira a los "artistas" españoles; ahora amigos de Zapatero, otrora siervos de Franco.

Lo importante de Von Karajan es su faceta musical. Y en ese aspecto es uno de los mejores.

Un abrazo

Hilda dijo...

!Un espíritu como el mío, no puede extinguirse!'

Por supuesto, este incríble violinista y director de orquesta dejó huella como músico, yo disfruté mucho su música.

saludos. Hilda

Marta Salazar dijo...

Hola hola! querido rayco, Stern no tuvo la oportunidad de serlo, por ser judío y haber tenido que huir, bueno, sus papás, él tenía 10 years, huyeron a Manchuria, de ahí a los EEUU y después a Israel (o primero a Israel y después a los EEUU, no me acuerdo bien), él volvió solo a Alemania, a Berlín, donde había nacido.

En todo caso, lo que a mí me abisma es que esta generación no haya hablado del tema!

Andrés: Ratzinger!!! qué tiene que ver en esto??? si hay alguien que no tiene ningún pasado oscuro es el profesor Ratzinger, incluso la Stasi (policía secreta de Alemania del Este) estuvo averiguando si había algo en su familia que pudiera sacarse a relucir para hundirlo (ya en los 70) y no encontraron nada, si los servicios secretos del comunismo no encontraron nada, no sé a qué te puedes referir... salvo que en Espana se tenga alguna información secreta...

Sobre Grass, escribí algo en mi columna del diario, en su momento, puedes verla en mi blog Clumnas en La Segunda.

Tienes razón en lo de su "faceta musical", claro que es imperdonable lo de Mahler, es una actitud que, curiosamente, observo en varios amigos míos austriacos, me queda claro que es la influencia de la antigua Escuela.

Claro que los que se merecen la palma de oro, son los japoneses!

Gracias Hilda! qué bueno que lo disfrutes! para eso está! pero no creo que esas que él aduce, sean las razones de la inmortalidad del alma...

Un abrazo y todos y gracias por los comments!