lunes, 26 de mayo de 2008

Alemania república bananera


Con el perdón de las repúblicas que producen esta exquisita fruta.

Los biotéticos alemanes dicen que no se puede hacer (darf) todo lo que es posible (kann). Y tienen razón. En esto se diferencian positiva y esencialmente de sus colegas británicos.

Es técnicamente posible -sobre todo para una empresa telefónica- "espiar" a sus "empleados", en este caso altos empleados (junta de vigilancia y parece que algunos altos ejecutivos)... Pero no es ético; ni es jurídicamente conforme.

La Telekom (el dueño de la mayor cantidad de acciones es el ESTADO) "espió" las conversaciones telefónicas de sus viglilantes durante, al menos, dos años. Una empresa pseudo- privatizada que forma parte de lo que se llama Deutschland AG y yo traduciría como Alemania S.A.

Para saber quien era la(s) persona(s) que entregaba(n) información a los periodistas... Se dice. Información de las resoluciones de directorio y algo más, claro.

Qué fácil sería, qué fácil es "espiar" a los usuarios de la Telekom... Este es, para la empresa, un problema muy grande, ya que puede conducir a un quiebre de confianza por parte de muchos clientes de la Telekom (como Uds. saben, yo no).

Falta de confianza, falta de honradez, falta de probidad, falta de lealtad... por parte de la empresa y -tal vez- de parte de los miembros de la junta. Aquí hay otro caso de pérdida de confianza, esta vez, del empleador frente a los empleados, Se puede enviar correo privado pagado por la empresa

¿Es una conversación telefónica tan secreta como una conversación entre cuatro ojos... o cuatro paredes? Hasta ahora, se pensaba que sí. Una conversación telefónica sólo se puede escuchar con orden judicial. Y aquí no hubo ninguna orden judicial.

Sí hubo una orden, pero no se sabe aún de quién. ¿Sería de Klaus Zumwinkel?

Obermann dijo que investigarían todo, dentro de la empresa, hasta las últimas consecuencias. La fiscalía de Bonn está considerando aún si inicia una investigación. Espero que sí.

El editorialista del diario de Ulm Südwest-Presse comenta hoy: "La caída de los valores (Sittenverfall, es lo que en castellano llamaríamos simplemente decadencia) en este país (se refiere a Alemania) adquiere paulatinamente dimensiones cada vez más terroríficas (erschreckende Ausmaße).

"El escándalo del espionaje a los empleados de Lidl (lo dió a conocer el Stern, con cámaras y detectives privados, leí el artículo en papel, pero no lo comenté, nota del blog), el escándalo corrupción de la Siemens, las relaciones de luz roja (así es como se llama en Alemania el ambiente de los prostíbulos) en Volkswagen... Todo indica que el camino hacia la república bananera (Bananenrepublik) ya no está lejos... (ist nicht mehr allzu weit)".

No, vamos directamente hacia la República Bananera si es que aún no nos hemos convertido en una cualquiera.


1 comentario:

Andrés Álvarez dijo...

Bananenrepublik...hasta en alemán no expresa nada bueno.

Si eso te parece una violación de un derecho natural fundamental, espera a mirar lo último que ha pasado en España...