Queridos amigos: este es uno de los temas más importantes hoy AM en las noticias alemanas, el discurso en que Benedicto XVI expresa pesar por abusos sexuales cometidos en Australia
¡No dejen de leerlo, entero! No lo copio aquí, para ahorrar espacio; pero espero que todos lo lean.
Y está bien que sea así, ya lo había hecho en su Visita papal a los EEUU-2008
No hay que ocultar lo que pasó, ni tener ningún miedo de hablar del tema, de condenarlo y de poner todos los medios para que no vuelva a ocurrir en ningún caso. Y no sólo de parte de sacerdotes, sino también de todo otro tipo de personas que trabaje con niños.
Un amable lector argentino me preguntaba si yo era partidaria de hablar con los niños, incluso después de participar en alguna actividad de la Iglesia y de preguntarles con detalles qué había pasado. E indagar si había habido alguna conducta sospechosa. Él pensaba que yo exageraba en esto. Pienso que no exagero y que es la conducta adecuada, siempre. Son los padres quienes tienen el derecho-deber de educar a los hijos y no lo pueden delegar ingenuamente en nadie, menos pensando que entre los cristianos no puede ocurrir nada malo. Pienso que todos, absolutamente todos, podemos cometer, como decía Santa Teresa de Ávila, los peores errores y los peores horrores.
Pienso que los responsables deben ser entregados a la justicia, independientemente de quienes sean. Y que deben recibir todo el peso de la ley, tanto la penal como la eclesiástica.
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