lunes, 9 de febrero de 2009

Williamson, último capítulo de la telenovela


El Vaticano pidió a Williamson (otro capítulo más de esta telenovela que nos ha interesado tanto en Alemania, hoy sale el Papa nuevamente en la portada de los diarios alemanes) que se retractara. ¿De qué? de sus aseveraciones acerca del holocausto...

La respuesta del británico convertido tardíamente al catolicismo, fue "quiero ver primero las pruebas históricas de la muerte de los millones de judíos. Y cuando encuentren estas pruebas, me corregiré. Pero para ello, se necesitará mucho tiempo". No hace falta comentar...

En el último post de su blog, Williamson se refiere al heroísmo (entre paréntesis, el último post está firmado en La Reja, Argentina y el editor agrega "where, I might note, His Excellency is neither dead, dying, nor retired") y al cual se refiere -haciendo alusión a sí mismo, como héroe- a músicos de siglos pasados.

Sí, cita a Beethoven, a Napoleón, a Haydn! ¡Oh! ¿ ¡dónde están mis sales!? ¡cita a masones! ¡horror! O sea que, nuevamente habla de "temas históricos" y a la realidad actual, elípticamente, claro.

Una amiga me decía hace unos días que la negación de holocausto es propia de los lefebvristas, integristas, tradicionalistas o como quieran llamarlos. Pero parece que no, al menos, no de todos, ya que la misma Hdad. esta de Pío (pobre Papa Pío X, ¡si supiera lo que se hace en su nombre! ¡cómo se perjudica a la Iglesia, al cristianismo en general y se falta gravísimamente a la caridad, que es la más importante de las virtudes cristianas!) ha destituido al pseudo-obispo y ex-estudiante de la Univ. de Cambridge como superior -o algo así- del seminario (bien bonito el edificio, hoy sale en todos los medios alemanes) en Argentinien.

Hay que considerar que Williamson se convirtió al catolicismo a los 30 y que sólo dos años más tarde, se integró a la comunidad del cismático Lefevbre. O sea que, de católico, muy poco. Muy poco tiempo. Después de cuatro años de estudio (¿estudio?) en Ecône (uno de los seminarios lefevbristas) en Suiza, fue ordenado (sic) sacerdote por el cismático francés.

No entiendo cómo a veces, gente "culta" y con estudios en una de las universidades top del mundo y más encima, con experiencia internacional, puede creer que las cámaras de gas no existieron y que no murieron seis millones de judíos asesinados por una de las máquinas de exterminio más macabras de la historia.

Al respecto, sólo les puedo tratar de explicar que, como señalé en mi post Conferencia de Wannsee: hoy se decidió asesinar a 12 millones de judíos que, en realidad, los planes del '42 no era acabar sólo con seis millones, sino con el doble: con doce millones de judíos que deberían haber sido exterminados según los planes alemanes... de los nacional socialistas y de los oportunistas de siempre. Habiéndose callado muchos... demasiados. No hay que callar, el pecado de omisión puede ser muy grave.

Una de las causas que se me ocurren para las negaciones del genocidio, son esas absurdas cuentas que sacan algunos eurooccidentales que olvidan que la gran mayoría de los judíos vivía en Europa Central y Oriental. Pero como, para algunos, Europa Central y Oriental es algo tan distante como "la nebulosa de Andrómeda" (frase de un forista en un blog amigo), entonces, no me extraña que no sepan nada de la existencia de los judíos que vivían en estos países. Que, además, eran, en su mayoría pobres y no podían emigrar -al menos no tan fácilmente- a América (me refiero a TODO el continente americano que recibió a tantos y tantos exiliados y perseguidos europeos durante todo el s. 20 y parte del 19. Parece que los sudacas no somos tan malos como leo en algunos blogs...).

Asimismo, esta mentalidad de "contar muertos" me sorprende negativamente. Y me sorprende que también esté presente en el conflicto del Medio Oriente, en que, paradojalmente, los partidarios de un lado y de otro se pasan contando los muertos, para demostrar no sé qué. Como dice la sra. Knobloch: toda víctima es una víctima que está demás


3 comentarios:

Hilda dijo...

Hace unos meses reporté con la policía de tránsito un problema con un semáforo. Me dijeron que no sabían cuando atenderlo pero que no me preocupara porque al fin y al cabo no tenían reporte de tantos accidentes.
Esto lo traigo a colación por lo que dices sobre contar los muertos. Tal parece que la vida no importa más que en la cantidad.
Y eso es tonto.
Saludos cariñosos. Hilda

Marta Salazar dijo...

así es... siento lo que pasó con la policía mexicana... a mí me pasó algo parecico ya dos veces con la policía alemana... a ver si lo cuento alguna vez en Historias.
Un abrazo querida Hilda!

Hilda dijo...

querida Marta y eso no es lo peor que yo podría contar sobre la policía mexicana, es tan frustrante ver que el sistema de justicia de este país sea un asco debido a la corrupción que muchos ciudadanos fomentan. Saludos cariñosos. Hilda