"Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios", es una de las ocho bienaventuranzas, de que nos habló Jesús en el sermón de la montaña. Tan conocidas en Alemania... es uno de los típicos temas que estudian los chicos en el colegio, en las clases de religión, de cualquier confesión.
Cuál no sería la sorpresa de todos nosotros, cuando se supo, a fines de la semana pasada, que el Pax Bank, en Banco de la Paz, banco de la Iglesia católica avecindado en Colonia (si alguien pregunta por qué la Iglesia tiene que tener bancos en Alemania: porque aquí tenemos los impuestos eclesiásticos, razón por la cual, las iglesias administran mucho dinero y además, debido a la ayuda al desarrollo, a las obras de caridad y un gran etcétera) había comprado papeles de una empresa de armamentos. Inmediatamente, el banco dijo que lo sentía y los vendería el mismo lunes.
Sin embargo, hasta donde pude seguir en tema, el fin de semana, Spiegel anunció que el Pax Bank no sólo había comprado estos papeles armamentistas, que no pegan con su nombre; sino que además, papeles de una empresa farmacéutica que prepara la píldora (lo que va en contra de la doctrina de la iglesia católica y también de otras iglesias) y también de una empresa de tabaco.
El Banco de la paz lo reconoció y se excusó y explicó algo así como que se los había vendido una firma especializada, que conocía cuáles son los criterios del Pax Bank, pero no los había seguido y que el banco no había controlado la dedicación de las tres empresas mencionadas más arriba y... vendió los papeles o al manos dió la orden de hacerlo, el mismo día lunes.
En la página del banco, aparece una declaración (la encuentro poco clara; mejor fue la entrevista de ayer del jefe del Banco de los misionarios de Steyler o Congregación del Verbo Divino en DLF, acerca de cómo funciona esto de las inversiones éticas en su banco), según la cual, los papeles habrían constituido sólo un 0,1 ‰ del volumen total que administra el banco.
Sólo podemos comentar con Cicero (el filósofo, no me refiero a la revista alemana) y con San Jerónimo, errare humanum est.
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