Traduzco gran parte de la carta leída en DLF en el día de ayer: Von der Wiege bis zur Bahre (desde la cuna al féretro) - Eine Deutsch-Griechin berichtet über die fest verwurzelte Korruption im griechischen Alltag (una griega-alemana habla acerca de la muy firma arraigada corrupción en la vida cotidiana griega).
Las citas al texto de la oyente, en negritas y el texto de la periodista de DLF, en letra simple.
La oyente nació en Atenas y vive, desde hace muchos años en Alemania. Tiene sus propias experiencias con la corrupción griega que acompaña a los griegos, de la cuna hasta la tumba. Escribió esta carta que envió a la radio, después de haber escuchado un programa de fondo titulado "Grecia en crisis".
Con gran interés, pero también con mucho dolor, he oído su programa. El dolor estaba allí, porque soy natural griega con un pasaporte alemán. Usted puede imaginar que no es fácil cuando hacerle frente (a la crítica), cuando se procede de un país que sólo es criticado. Lamentablemente, sin embargo, con razón.
La carta está escrita con gran compromiso y se trata de la decepción. Decepción con una sociedad profundamente enferma:
La evasión tributaria, que se menciona en su programa, no es algo que practiquen sólo los llamados ricos, sino que todos y cada uno de los ciudadanos, perma y constantemente.
Para el cuidado de la salud ejemplo:
Mi padre se había roto una pierna hace cinco años, hace dos años antes, un ataque cerebrovascular. Lo que tuvimos que pagar efectivo, en ambos casos. Esto no se lo puede imaginar a nadie aquí en Alemania.
El padre -continúa la oyente de DLF- fue sometido, fue en Atenas, a una operación en un hospital especializado en enfermedades ortopédicas.
Esto, según el lema: "El que no requiere de un soborno, debe ser un mal médico".
Pero no sólo los médicos en Grecia evaden los impuestos:
Pero los médicos con consultas privadas, nos informa la oyente en su carta, tampoco son honestos. (...)
Y no sólo el sector de la salud en Grecia está en crisis. También el sistema escolar es malo: por ello, hay tantos institutos de clases particulares, en los que, los alumnos, después del colegio oficial, dedican, al menos, cuatro horas al día.
Los niños reciben clases de los mismos profesores (maestros en algunos países, nota del blog) que entregan, por la mañana, en las escuelas públicas, una instrucción pésima. Los profesores trabajan en estos institutos de manera informal (no están contratados y no pagan impuestos, nota del blog), explicando el concepto de informalidad. Los padres pagan miles de euros al año, igualmente de manera informal, para que sus hijos puedan conseguir una plaza en una de las muy malas universidades griegas. Y todo esto, fuera del sismtema tributario.
Prácticamente todas las áreas de la economía griega se forma y diseñado para evadir el pago del impuestos.
Cuando un obrero presta un servicio en una casa, Ud. paga en efectivo, al menos, 50 euros, no importa cuánto tiempo haya trabajado. Por supuesto, sin boleta, recibo o factura. Si usted insite en que le dé una, no sólo le va a costar más dinero, sino que el artesano, no volverá nunca más.
La evasión tributaria es un un hilo conductor de toda la vida de los griegos, hasta el final de la vida y -como revela este caso-, aún más allá:
Cuando murió mi padre, tuvimos que llamar a una funeraria. El empresario nos ofreció dos alternativas: 4.500 euros con IVA o bien 3.000 euros sin IVA. La segunda opción incluía un recibo por $ 1.500, para presentar en la caja de pensiones, con el fin de recuperar el dinero.
Las medidas del gobierno griego, concluye la oyente, son inútiles, ya que un pueblo y su mentalidad no cambia tan rápidamente. En Grecia, por principio son los demás, los "otros" los culpabres: la UE, la OTAN, los americanos. Y, pese a ello, vale la pena visitar Grecia:
Visite Grecia durante sus vacaciones, allí todos los días es un día de fiesta. Sí, pese a todo, ¡Grecia sigue siendo un hermoso país!
1 comentario:
Que interesante. Un sálvese quien pueda... Y tutelado...
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