jueves, 11 de marzo de 2010

A un año de Winnenden


Rememorando... con gran tristeza:

Sinceramente NO entiendo cómo aún no se prohíbe, en su totalidad, las armas de gran calibre para los particulares. NO veo necesidad alguna de que privados (y generalmente, los coleccionistas de armas, no son precisamente los más equilibrados) tengan armas que sólo deberían estar en poder de militares y, en las manos de policía. Ni siquiera en las casas de los cazadores, si aquí no hay ni leones, ni elefantes, no necesitamos estar armas pesadas.


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