Recuerdan que, en el artículo El desembarco del desembarco del desembarco, hice ver que un cambio así no se puede hacer "por decreto", sino que necesita una ley. Y es eso lo que los parlamentarios alemanas -de todos los partidos, incluyendo al Pdte. del Bundestag, el CDU-Lammert- ha estado diciendo durante todo el día de hoy. Parece que leyeron este blog ;)
Y eso, porque, al ver que el pomposo anuncio de una "moratoria" de tres meses, en que se "suspendería" el vigor de la ley y se "inspeccionaría" todos los reactores nucleares alemanes (que gracias a Dios, no son muchos) no había tenido el efecto esperado y frente al tema "próximas elecciones en Baden-Württemberg, en dos semanas más, el gobierno anunció que que se suspendería no sólo la ley, sino también siete reactores que producen electricidad y son muy viejos... Aunque se contraargumenta, haciendo ver que todas sus partes son nuevas, ya que han sido renovados -en muchos de ellos- con periodicidad.
La medida de "desconectar" los reactores o AKW como los llamamos en alemán se tomó entre el gobierno federal y los gobiernos de los Länder, en forma administrativa, en circuntancias que estamos frente a una materia de ley. Un decreto o una medida administrativa no puede nunca derogar o "suspender" una ley. De manera que, constitucionalmente, el gobierno (o los gobiernos) ha pasado a llevar al Parlamento.
Por otra parte, yo pienso que, por más que los parlamentarios se quejen, es probable que no saquen nada, ya que son las mismas empresas duenas de los AKWs quienes pueden tomar la medida, aduciendo que los reactores no son seguros (lo que probablemente es el caso).
En tal evento, se podría argumentar a través del derecho de los accionistas y propietarios de las empresas duenas de los AKWs que han visto atropellados sus derechos, ya que esta medida puede perjudicarlos económicamente y habría que haberlos consultado.
El tema es jurídicamente complicado y esperemos no encontrarnos con más "clavos que cierren el ataúd de la democracia", para hablar nuevamente con Norbert Lammert, en el caso de Guttenberg (dijo, antes de que KT renunciara, que el plagio y su no-renuncia eran clavos que cerraban el ataúd de la democracia).
Como decía Westerwelle (y también nuestro amigo Landahlauts), "nada será diferente después de Japón..."
Entre tanto, y para terminar, muchos nos preguntamos si la medida "gubernamental" es sincera... O es sólo una medida de táctica electoral (populista le llama -no sin razón- mi amigo Rodrigo) para hacer frente a las elecciones que se avecinan...
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