lunes, 22 de febrero de 2016

La AfD y el Opus Dei - Una aclaración


El fin de semana, buscando información acerca de la AfD y la lucha que ha iniciado contra la(s) iglesia(s), consecuencia de las declaraciones de obispos, decanos, arzobispos y otros teólogos acerca de la incompatibilidad de una preferencia política en favor de la AfD por parte de un@ católic@, me encontré con este artículo:

Dürfen die Bischöfe sich in den Wahlkampf einmischen? = Pueden/Está permitido a los obispos inmiscuirse en la lucha electoral? Publicado en el blog del foro de los católicos alemanes.

El foro de los católicos alemanes (en cuyo blog fue publicado el artículo), contrariamente a lo que insinúa su nombre, no es una institución de la Iglesia católica alemana. Ni es una institución que represente a la mayoría de los católicos alemanes. Es una asociasión (Verein) que reúne a un sector ultra conservador de cristianos.

Fue fundado por Hubert Gindert, miembro del Bayernpartei = partido de Baviera (una pequena agrupación regional, separatista y conservadora; sin participación parlamentaria por lo escaso de sus electores), por el cual fue candidateó sin éxito, varias veces. Su mayor interés parece ser la lucha contra la homosexualidad y la igualdad de géneros.

El artículo al que me refiero está firmado por un tal Michael Schneider-Flagmeyer. No tiene artículo en Wikipedia; pero leo que estudió orientalística (cuando era joven, hace muchos anos) y que su principal ocupación consista en sembrar la islamofobia. Fue baitizado calvinista; pero se convirtió al catolicismo y parece que es uno de esos convertidos fanáticos.

El artículo al que me refiero es de agosto de 2013. Sí, las tendencias extremas ya estaban presente en ese entonces. Lo que pasa ahora es una verdadera avalancha avasalladora protagonizada por personas de esta tendencia.

El autor critica al entonces pdte de la Conferencia episcopal, el arzobispo de Freiburg Robert Zollitsch por una información que él leyó en kath net. Kat net es otra de esas páginas que se autodenominan "católicas"; pero no tienen nada que ver con la Iglesia, ni con la mayoría de los católicos alemanes. Es una página austriaca privada, absolutamente conservadora, y que, en realidad, sólo destila odio y desunión.

En el artículo que Schneider cita, "informan" que el Arzobispo Zollitsch habría dicho que él desea que el partido AfD (de acuerdo a mi observación: de extrema derecha populista y ultraconservador, aparte de otras características) no sea elegico en el Bundestag. Lo que no ocurrió: no fue elegido.

Schneider se pregunta cuál es la influencia de las palabras de Zollitsch sobre los católicos, si influyó en su manera de votar. Sé que él habría deseado que esa influencia fuese poca. Yo espero que haya sido mucha y que lo siga siendo. Dice este autor que, aunque la influencia no sea mucha, la inseguridad sembrada por el arzobispo entre los votantes católicos sí lo es.

Aclara el autor que el Concordato de 1933 prohibía a los sacerdotes del Partido del Zentrum (partido católico, uno de los antecesores de la democracia cristiana, como pueden leer en mi post de la semana pasada La derecha alemana y la República de Bonn).

Dice Schneider que la participación de los curas en política sólo lleva a las divisiones entre los fieles. Y para reafirmar más esta posición, se permite citar al fundador del Opus Dei:

"Esta prohibición, hace sentido, también ahora, puesto que las declaraciones político-partidistas de los altos dignatarios de la Iglesia, desde y hasta los párrocos y los clérigos de órdenes, conducen a una desunión entre los creyentes. San José María, fundador del Opus Dei, dejaba a sus partidarios las manos totalmente libres y los llamaba a ejercer su propia responsabilidad".

Y continúa: Había miembros del Opus Dei, que estaban en la cárcel, como republicanos, en tiempos de Franco; mientras que otros miembros del Opus Dei se hallaban en el gobierno de Franco, El santo José María exigido que los miembros del Opus Dei que, dondequiera que fueran, llevaran el mensaje del Evangelio como lo proclama la iglesia y vivir y contribuir activamente a ello".

Al final de su artículo, Schneider senala que: "la cuestión de si la AFD debería estar en el Bundestag o no, no es un elemento fundamental de la fe sobre la cual el presidente de los Obispos alemana deba tomar una posición. Sino que es una cuestión político-partidista sobre la que tiene que decidir cada uno católico mayor de edad en la propia cabina de votación. También en la AFD, se puede vivir los valores del Evangelio".

Como se pueden imaginar, tengo serias dudas acerca de si los valores del Evangelio se pueden vivir en un partido xenófobo, totalitario y populista como la AfD. Me inclino a pensar que no.

Las últimas declaraciones de Petry contra la Iglesia católica y los gritos de Höcke contra el obispo, en las manifestaciones de Erfurt, así como los gritos del público en el sentido de colgar a determinados obispos de los testículos, me parece que no pueden quedarse sin una respuesta de parte de los católicos buenos hijos e hijas de la Iglesia.

Y no de quienes sólo quieren aprovecharse de la fe, utilizándola para sus propios fines, como ha intentado hacer la AfD que tiene infinidad de evangelicales y católicos ultraconservadores entre sus filas. Hay dos formas de clericalismo (esto lo aprendí de Bernardino Bravo): en una, observamos la primacía de la religión sobre la política y en la otra, la primacía de la política sobre la religión. Este último es, sin duda, el caso de la AfD.

Es cierto que San Josemaría ensenó que había que vivir la libertad de los laicos en el ámbito de la política contingente. Que cada uno, cada una tenía que "apechar" -decía- con su propia opinión. Que esa opinión no nos podía quitar la paz, ni llevarmos a imponer a otros nuestra propia opinión, que es precisamente lo que persiguen estos grupos autoritarios como la AfD.

Me referí a este amor por la libertad y por la democracia y el respeto a la otra persona en mi artículo El taxista que no amaba la libertad

Demás está decir que no podemos admitir, en el siglo 21, que personas estén encarceladas por sus convicciones políticas, como Schneider parece aceptar sin más, Lo suyo es una simplificación ridícula del pensamiento del Fundador de la Obra, una simplifiació que prefiero no imaginarme de donde salió, de quienes proviene... Quién le contó así la historia a esta persona.

Olvida Herr Schneider que el Fundador del Opus Dei decía que la fe no era como un sombrero que había que sacarse al entrar a una reunión política. Ensenaba que los cristianos deberíamos ser cristianos de una pieza y no desdoblar esquizofrénicamente nuestra personalidad.

Que debíamos ser consecuentes. Ser coherentes con nuestra fe. Que no la podíamos/debíamos colgar como se cuelga un abrigo al entrar a un edificio. Que la fe hay que vivirla toda, entera, a toda hora y en todo lugar, que no somos cristianos de día domingo, sino de toda la semana y de cuerpo entero.

Que somos hijos de la Iglesia y nos atenemos a todo lo que ésta dice, al Magisterio de Roma, a las ensenanzas e indicaciones de los obispos, que son nuestros pastores, a quienes tenemos y debemos fidelidad y obediencia. No hacerlo sería alejarse de la Iglesia, crear una iglesia paralela... tan paralela como las sociedades paralelas en que viven muchos partidarios de grupos conservadores y de extrema derecha del tipo AfD, Pegida y otros.

La Iglesia tiene un Magisterio político, y está bien que sea así. La Iglesia no se mete en cosas contingentes del tipo valor concreto del sueldo mínimo. Ni siquiera nos dice si debe haber o no un sueldo mínimo (sí, que debe haber un ingreso mínimo). Pero la Iglesia tiene el deber y el derecho de guiarnos en temas de política, también de política contigente, La Iglesia condena (o pronuncia su deseo de que no ingrese al Parlamento) a grupos que no respetan la dignidad de la persona humana, de los no-nacidos, tanto como de los ya nacidos. Ver Ser y parecer defensores de la vida  Y esto es algo que nos dice claramente, no sólo el Vaticano II, sino que todo el Magisterio anterior. Es pre- y es post-conciliar.

Tiene igualmente razón el Santo Padre Francisco cuando nos dice que una persona que levanta muros y no puentes no puede ser una persona cristiana: "Una persona que sólo piensa en la construcción de muros, dondequiera que se encuentren, y no en la construcción de puentes, no es cristiano. Eso no está en el Evangelio". Entre paréntesis, así se vería Europa si fuera por la AfD, así llena de muros.

Lo mismo se aplica a la AfD. Como me explicó hace anos, un miembro del Opus Dei, la Iglesia no dice: vote por tal o cual partido... Pero lo que sí la Iglesia puede y debe decir es: "este partido no es cristiano y se dirige contra nuestros principios". Si no lo hiciera -cuando está frente a un partido que va contra los principios fundamentales del cristianismo, como uno de ellos que es el respeto a la dignidad humana- sus "dignatarios" cometerían un gran pecado. Uno imperdonable.

Sí, la Iglesia en Alemania advirtió desde un comienzo contra la AfD y contra Pegida. Y lo que ha pasado el último tiempo, le ha dado toda la razón. Haría bien la Oficina de prensa del Opus Dei en Alemania en contradecir públicamente artículos como el de Schneider, explicando la doctrina verdadera de su fundador.


1 comentario:

Marta Salazar dijo...

Gracias por el corazón ;)

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