La huelga de los maquinistas y el muro de contención de trabajadores del Este

En Alemania, escuchamos los tambores que llaman a la huelga, esta vez de los conductores de locomotoras, de los Lukas reales, de Jim Knopf y Lukas, el conductor de locomotoras

Claro, cuando la mayoría de los alemanes salen a lo que les es más caro e irrenunciable (mucho más que la libertad), me refiero a las vacaciones.

En segundo lugar, sólo en segundo lugar, se menciona a los miles (o millones) de personas que tienen que llegar a su trabajo (o a su colegio o institución de educación) en tren. Para que vean cómo es la escala de valores en Alemania.

Desde hoy y gracias a que algún centro de estudios económicos habló del tema, es que nos hemos dado cuenta que la economía también sufrirá con una huelga. Pero, claro, la economía no somos nosotros, piensa la mayoría de la gente.

Personalmente, encuentro que los maquinistas tienen bastante razón:

1) ganan mucho menos que sus colegas en otros estados de Europa occidental (ayer daban las cifras y son realmente increíbles, si es que son ciertas, porque las daba el sindicato de los conductores);

2) la gerencia de los ferrocarriles se comporta señorialmente (y eso que el jefe es cercano a la socialdemocracia, sino socialdemócrata) frente a sus trabajadores (para qué hablar de los pasajeros, aunque ha mejorado algo el último tiempo); como dato curioso, el jefe del sindicato de maquinistas es de la CDU, esto es, el empresario es el de izquierda y el trabajador sindicalista es el "de derecha";

3) los maquinistas tienen derecho a un contrato propio entre su sindicato y el empleador; esto lo rechazan los otros dos sindicatos, pues ellos quieren tener "el sartén por el mango" y completo, sin compartir la tenencia con nadie (esta tendencia a separarse del sindicado principal o super sindicato ya la hemos visto en los médicos y en los pilotos de aviones, ahora les siguen los conductores de locomotoras); los conductores piensan -con razón- que ellos no han sido bien representados por los elefantes (¿o debiera decir dinosaurios?) de los megasindicatos;

4) se planea vender los ferrocarriles en la bolsa (planes del gerente cercano a la socialdemocracia), antes de ello, tienen que asegurar un convenio laboral propio. Y esto es lo que me parece más importante: llegar al convenio laboral propio para los maquinistas.

La caricatura es de Heiko Sakurai, muy ocurrente, como siempre.

El funcionario, desde lo alto del muro que separa a Alemania de los países del Este y que "nos protege" de la avalancha de trabajadores de Europa central y oriental, les grita:

¡Una buena noticia!

Haremos una excepción: los conductores de locomotoras pueden dar un paso adelante y golpear. Les será permitido entrar a Alemania.

Aunque, en realidad, este muro no existe, al menos, no físicamente y en la práctica, es imposible controlar a todos los miles (sino millones) de trabajadores del Este del continente que ilegalmente se encuentran en Alemania (aparte de los legales, que no nos preocupan).