Ludmila Putina o el síndrome de Cristina Kirchner

Hay síndromes para todo, el de Estocolmo, el de Renfield cuya existencia descubrí la semana pasada (ver 30 días de noche, 30 Days of Night), etc., etc.

Y ultimamente ha surgido un síndrome nuevo: el de Cristina Fernández de Kirchner (©, es que la idea es mía).

A propósito, si alguien quiere ver a la Pdta. SIN MAQUILLAJE, miren este post de José, La otra cara de Cristina Kirchner (o espejito, espejito, dime quién es la más linda del reino II)

Resulta que, para "asegurar la continuidad en el poder", la iniciativa autodenominada Mujeres de Wladiwostok, proponen elegir a la sra. de Wladimir Putin, Ludmila Putina, oriunda de Königsberg o Kaliningrad, como presidenta.

Así es, reiteran, sería la forma de asegurar la "continuidad de la exitosa era Putin", que es lo que desea la mayoría de los rusos, dicen las partidarias de "la familia".

Recordemos que Wladmimir no puede ser presidente por tercera vez, por lo que ahora se candidatea (y será elegido) como jefe de gobierno. De manera que Putina podría ser jefa de estado y su marido, de gobierno.

En Polonia, acabamos de presenciar que es posible que dos hermanos gemelos se dividan los cargos de jefe de estado y de gobierno... así que en Rusia, why not?

Sus detractores proponen nombrar a la perrita de Putin (Koni), que aparece en más fotos que Ludmila y ha estado más cerca de gobernantes que Ludmila, ergo, es más conocida. Así, todo queda en familia.

Dicen que así, se acabaría con el patriarcado ruso... Y se iniciaría el matriarcado (no, no con Koni, sino con Ludmila, claro).

Me pregunto: en cuántos países tenemos república y no monarquía hereditaria, pero parece que los sentimientos monárquicos están más presentes de lo que pensamos (y no sólo en Rusia).