En un estudio de GLOBE (Global Leadership and Organizational Behavior Effectivness), sobre "el jefe", esto es, los jefes, en otras palabras, los gerentes... que la prensa dió a conocer el fin de semana, los "jefes alemanes" no quedaron muy bien, dicen que están en los últimos lugares, lo que no puedo comprobar, porque no encuentro el estudio on line.
La prensa menciona algunos libros que recomiendan comprar, pero no tengo tiempo de leerlos. Así que este comentario lamentablemente, será aprovechando la información de prensa, de "segunda mano".
Parece que, después del PISA-shock, nos espera el manager-shock.
El Die Welt (dicen que Axel, el fundador de la editorial Springer era "terrible" como jefe) tiene una encuesta, cuyos resultados copio y traduzco a continuación:
Arbeitspsychologie = psicología laboral
Wie beurteilen Sie Ihren Chef? = cómo calificaría a su jefe
43% Mein Chef ist kompetent und freundlich = mi jefe es competente y amable
42% Mein Chef ist ein Fiesling und Karrierist = mi jefe es insoportablemente asqueroso y malvado y sólo le interesa hacer carrera
15% Ich bin mein eigener Chef = soy mi propio jefe
114 votos, hoy en la tarde
Dice el estudio que el error de muchas empresas es mirar sólo las notas. Yo diría que lo que les falta a muchos (jefes) alemanes es la inteligencia emocional. Y por eso, sería tan importante fijarse más en este aspecto, fue lo que expresé en el foro del artículo De Freud a Rominita, en el blog de Esteban.
Los expertos -que no dejan payaso con cabeza en sus comentarios- hablan de personalidades narcicistas (permanentemente tras la búsqueda del aplauso) y egómanas, que humillan a sus colaboradores y hacen comentarios sarcásticos o los ignoran. Que no tienen "competencia social" para relacionarse con otras personas y menos aún saben trabajar en equipo.
Critican los expertos citados (los de los libros) que a muchos managers sólo les interesa hacer carrera, subir y no le importa, como diríamos en castellano, pasar sobre cadáveres.
No les importa herir y humillar a sus colaboradores. Cuando algo sale mal, culpan a algún subordinado y no lo apoyan.
El problema es que los subordinados se vengan -continúan los expertos- y se convierten en "guerrilleros" que ocultan información, por ej., mails importantes. En el fondo, hacen su trabajo, lo mínimo, pero nada más y, si es posible, perjudican a la empresa, por perjudicar al jefe.
Todo esto, le causa un gran daño ecoómico a la empresa. Los expertos calculan que un 30% de las ganancias de una empresa dependen del buen clima (lo que se denomina cultura empresarial)
A mí, personalmente, lo que me parece inaceptable es lo que yo llamo "la búsqueda del culpable", sí, siempre que algo no sale bien, los jefes y otros, buscan a quien pueda tener la culpa... para no tenerla ellos, porque el fracaso (aún el más pequeño, es algo insoportable para ellos). Pienso que aprender a soportar un fracaso, un revés, es más importante que tener éxito permanente.
Lo que he observado también es que muchos de estos hombres se consideran tan importantes que quieren ser siempre el primero y que todos giren alrededor suyo. No sé si han estado en alguna cola o fila en que llega algún "jefe" (reconócense inmediatamente) y, en vez de esperar pacientemente su turno, se salta a todos quienes están esperando y quiere que lo atiendan de inmediato, porque... es tan importante.
El tratar a sus subordinados como si fueran sus interrogados en un examen. Lo he visto también en sus relaciones con personas extrañas a la empresa, pero que les prestan sus servicios.
Finalmente, sienten una especie de extraña satisfacción cuando alguien comete un error o no les da inmediatamente la respuesta que quieren oir.
En Alemania, hablamos del principio de la bicicleta o más bien del ciclista, un principio lamentable pero que se ve mucho: agacharse hacia arriba y patear (para pedalear y patear se usa, en alemán, la misma palabra) hacia abajo...
Los managers han desarrollado en Alemania una suerte de lenguaje propio, a él pertenecen voces típicamente masculinas (es que acá los jefes son, en su mayoría, varones).
Una palabra sobre las "jefas mujeres" o, en general, sobre las mujeres que "triunfan", ellas muerden y muerden muy fuerte antes de que las muerdan a ellas. Creo que, cuando se meten en esta espiral de homo homini lupus, llegan a ser mucho peores que los hombres.
Si es difícil para los subordinados "aguantar" al jefe, imagínense lo que significa este tipo de personalidades para las respectivas familias.
Reflexiones sobre una nueva constitución para Chile, por Javier Edwards
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*Recibí este texto por whatsapp. Copio lo que recibí. Supongo que será de
Javier; pero no estoy segura, ni tengo cómo comunicarme con él para
preguntarle....
Hace 4 años
2 comentarios:
en mi vida anterior de banquero, tenía a mi cargo y en representación de mi banco, local argentino de capitales nacionales, préstamos llamados sindicados, o sea hechos por un gran conjunto de bancos que operaban en buenos aires, muchos de los cuales eran alemanes.
una de las cosas que más me llamaba la atención de mis colegas alemanes residentes en buenos aires, era como entraban en panico cunado tenían que informar a sus headquarters de frankfurt que algo no iba bien, cosa que era mucho más natural para sus colegas americanos, ingleses, franceses, holandeses o italianos por caso.
lo mismo sucedía cuando recibiían algún pedido de información de alemania sobre el estado del préstamo, aún el más insignificante: pretendían que uno debía dejar de hacer lo que estaba haciendo, para que ellos pudieran contar con la inforamción que le requería su jefe de frankfurt.-
querido Hugo, me lo imagino vivamente, en parte es por la estricta jerarquía... que hace que el de más abajo sea una suerte de súbdito del de más arriba.
Lo que te contaba que le había impresionado tan bien a la alemana estudiante de medicina que estuvo trabajando en Buenos Aires...
la camaradería, la igualdad (en el buen sentido de la palabra) y el respeto por todos... también por los que están "más abajo" en la jerarquía de "la empresa", en su caso, del hospital.
Sólo así se pued trabajar en equipo y con alegría, como en Singapur! ja ja
Un abrazo!
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