No más criminalidad polaca en la frontera con Alemania

No más que la de costumbre...

Dos semanas después de que se terminaran los controles fronterizos, por lo del Tratado de Schengen, la policía de Mecklenburg-Vorpommern (el Land alemán que está en la frontera con Polonia) no reporta un aumento de la criminalidad en la zona.

Informa sólo de 28 rusos que entraron ilegalmente a Alemania y los descubrió la policía en la autopista. Es raro que los rusos se vayan de su país... pese a la "estabilidad" lograda por Gasputín en la Rusia SA como la llama Agustín o Russland AG, como le decimos en alemán.

Además, dice la policía que descubrieron a unos hombres polacos que buscaban basura alemana, con cuatro tortas que habían robado de una confitería y otro grupo de hombre polacos que habían robado cables (robo muy común, dicen que hay bandas polacas especialistas en robar cables de todo tipo). Todo eso en dos semanas.

Y aquí llegamos al tema de la criminalidad de los extranjeros, que es el tópico con el que el demócrata cristiano Koch quiere ganar las próximas elecciones en Hessen (está peor de lo que pensaba y no se sabe siquiera si podrá lograr un resultado que le permita hacer una coalición con los liberales, aunque tal vez gane votos con este tema populista). Sí, la democracia cristiana usa el tema de la criminalidad de los extranjeros para ganar los puntos que le faltan:

Tal como la socialdemocracia lo hace con el sueldo mínimo...

Volviendo a nuestro tema inicial, los habitantes de las regiones fronterizas con Polonia no requieren casas como la de la familia Smith en Hostage (supongo que vieron esta excelente película).

Entre otros, unos amigos míos que viven por allí, claro que ellos son mitad extranjeros (mitad húngaros, así que están en la lista negra de la democracia cristiana alemana como posibles criminales) que están felices porque ya no requerirán una casa fortaleza con panic room, que por otro lado, no habrían podido pagar.

A mi modo de ver, el abultado número de criminales extranjeros se explica, debido a que, entre los jóvenes varones efectivamente hay problemas -no así entre las jóvenes- de manera que pienso que lo que falla -y bastante- es el sistema escolar.

La segunda causa que mencionaría -y que he mencionado ya en otra ocasión(¿Son los jóvenes extranjeros delincuentes?)- es que hay delitos -los llamados delitos de extranjería- que sólo pueden ser cometidos por extranjeros.

En tercer lugar, tenemos una mafia de no poca importancia en Alemania, mejor dicho, varias mafias. A la calabresa (Ndranghetta) e italiana (mafia) en general, ya la conocimos el año pasado.

Aparte de la mafia croata (esa que estuvo envuelta en el espectacular caso de manipulación de apuestas a través de la compra de los árbitros del fútbol). Y de la rusa, que no me consta que exista, pero se dice que sí... Ahora saldrá una película (con Viggo Mortensen, claro que ambientada en Londres) donde se nos "informa" acerca de la mafia rusa.

Es probable que haya más grupos de estos del crimen organizado. Y ese es, a mi parecer, el problema más grave: el crimen organizado, sea extranjero o nacional. La mayoría de las veces, unos trabajan con otros.

Una mención especial merecen los hooligans (y tal vez los ultras italianos), especialmente británicos, holandeses, polacos, checos y ucranianos.

Y otra, los activistas políticos españoles, como los que visitaron Alemania con motivo de la Cumbre del G 8 que fue tema en mi blog anterior.

Todos estos extranjeros aumentan la criminalidad en Alemania... Pero no me cabe duda que no todos los nacionales países son criminales, como parece sugerirlo la propaganda populista de Koch y Cía. (Además Koch dijo que los extranjeros no sabíamos separar la basura... eso ya es totalmente ridículo).