viernes, 13 de junio de 2008

Alemania : 1 Croacia : 2


Vi el partido en la iglesia evangélica de Mehlem y den gracias a Dios de que aún no se puede mandar (o mostrar) olores por internet...

... es que ayer era recién jueves y faltan algunos días para el día del baño en Alemania, que es el sábado.

Además, en estos ambientes cristiano-ecológicos, se respeta mucho este rito del baño sabatino. Por lo de ahorrar agua, claro.

Queridos amigos: Uds. se preguntarán qué pasó ayer con el glorioso equipo alemán, uno de los favoritos para ganar la Copa de Europa (el famoso verso sin mayor esfuerzo).

Les comentaré en un par de minutos mi teoría al respecto.

Los varones alemanes comunes y corrientes (dentro de los que se encuentran los jugadores comunes y corrientes, a lo mejor Metzelder es una excepción, dicen) no pueden admitir perder, la derrota es algo que no han sido educados para aceptar. Por tal razón, recomendé hace tiempo que llevaran a los niños a ver Meet The Robinsons, precisamente por Las enseñanzas de los Robinson, ya que no todo es éxito en la vida y es importante saber enfrentar los pequeños y las grandes contrariedades, dificultades y derrotas de cada día. Pienso yo...

Tengo que reconocer que la actitud de la escuadra alemana ha cambiado positivamente desde Klinsmann y desde Löw. Pero lo que vi ayer, fue como meterse en la máquina del tiempo: me recordó el tiempo en que el equipo federal era entrenado por Berti Vogt o por Rudi Völler.

El nerviosismo se apoderó de la escuadra alemana al "comenzar a perder", empezaron también los gritos y las recriminaciones... entre ellos mismos. En vez de concentrarse en ganar, en buscar el gol, se dejaron vencer por la falta de capacidad para sobreponerse a una derrota, al primer gol de los croatas (uno de los grupos de guest workers más grandes en Alemania, ver foto de una casa humilde donde probablemente viven trabadores inmigrantes croatas, la foto es mía).

En vez de reconocer que los croatas estaban jugando estupendo y que los alemanes, si querían superarlos tenían que esforzarse mucho más como equipo, en vez de eso, ¿qué hace Schweinsteiger?

Le pega a Jerko Leko (foto, en la primera página de todos los diarios alemanes de hoy) y recibe una tarjeta roja. Como si esto fuera poco, al abandonar la cancha, hace, con el dedo, una señal, diciendo que el árbitro está loco... Zidane se queda corto. Veremos -la esperanza es lo último que se pierda- si Bastian se disculpa, por los golpes a Leko y se disculpa por el gesto respecto al referee.

Parece que a Bastian él teñido de pelo le hizo mal (ver Alemania: 2 Polonia: 0).


2 comentarios:

Stella dijo...

Qué puedo decir?
Yo estoy refeliz!!!

Besoss

Marta Salazar dijo...

pensé en ti -y en Princess Olie- cuando ganó Croacia... me encanta que los países nuevos, pequenos y a los que les ha tocado duro durante el s. 20 salgan adelante, también en el deporte, besos!