Merkel, el Papa, Williamson, la Unión

La verdad es que no entiendo que sectores de la llamada Unión (demócrata cristianos y social cristianos) critiquen con acritud a la canciller Merkel debido a la declaración en que ella pide (El Vaticano responde amablemente a la canciller Merkel sobre la condena al holocausto) al Papa un paso más en la aclaración del entuerto ocasionado por las declaraciones del lefevbrista británico y tardíamente convertido al catolicismo, residente en Argentina, Williamson.

La Canciller Merkel no ha dicho, en ningún caso que el Papa sea antisemita ni nada por el estilo, como canciller alemana (porque este es un tema que nos interesa mucho acá, pero parece que poco en el extranjero) ha querido que Papa alemán (por ella, muy bien considerado) hable otra vez más del tema y, me parece a mí que sus palabras han ayudado a que los medios alemanes escuchen finalmente al Vaticano. Porque hasta ahora, las declaraciones de Roma, apenas habían sido reproducidas, tomadas en cuenta por estos pagos. Por ej., la declaración lombardiana enlazada en el art. de más arriba, fue pasada en silencio por la prensa alemana.

No creo que la falta de espíritu crítico sea loable, por el contrario, el espíritu crítico de Merkel (y de Gemmingen, por ej.) es de ser saludado y agradecido. Los Ja-Sager, aquellos que siempre dicen que sí, esas personas no sirven mucho (menos que nada, como colaboradores y esto lo sabe el prof. Ratzinger, acostumbrado a los debates y discusiones que tienen lugar en los ambientes universitarios).

No me parece que la canciller deje por ello, como han criticado algunos "teólogos conservadores alemanes", de ser elegible, votable, por los cristianos católicos en Alemania. Sin duda, hay muchos a quienes la línea de la Merkel disgusta (el conservador FAZ, por ej., nunca la ha querido demasiado...).

Lo que a mí no me parece muy votable por los católicos es la democracia cristiana alemana en general (y no sólo por lo que el cardenal de Colonia ha dicho alguna vez, ver Seehofer y la unión sexual de Baviera) en sí, sobre todo por su clericalismo y su intento de monopolizar el voto cristiano. Hoy como ayer... Lamentablemente, la canciller pertenece a la CDU, es una de las pocas personas de la CDU que me resultaría votable -hablo sólo de mí, viva la libertad, que los demás piensen lo que quieran- .

Veo en esta descalificación personal de la canciller protestante, un capítulo más del clericalismo de sectores sudalemanes de la CDU y de la CSU en contra de la canciller.

Le agradezco a la canciller que haya pasado la antorcha al Vaticano, ya que, de esta forma, al fin Roma ha sido escuchada. No descarto que haya habido una comunicación entre alguien desde el Vaticano y la cancillería alemana, anterior a la declaración merkeliana.

Me parece inaceptable las declaraciones inmediatamente posteriores a no sé qué audiencias durante el viaje de políticos de la Unión (CDU/CSU) al Vaticano y las posteriores aclaraciones realizadas por estos personajes, que -no quiero juzgar a nadie, pero...- parece que conocen la máxima "a río revuelto, ganancia de pescadores".