martes, 20 de abril de 2010

Aborto: ni condena, ni desprecio - hay que mejorar las condiciones sociales y espirituales de las mujeres


Estimados amigos lectores, aunque Alberto piense que es imposible debatir conmigo (usa la palabra debatir, que es la que yo uso en castellano, en vez de discutir que, en la lengua de Cervantes tiene un tono algo negativo, que no tiene la Diskussion académica en alemán ;), en el post de Higinio Terapia de shock, aprovecho la ocasión para intentar, una vez más, explicar a los amigos españoles (por enésima vez) cuál es mi posición ;) Que es, por lo demás, la posición mayormente aceptada por los católicos alemanes, austriacos y de otros países de por aquí.

Copio mi post de septiembre del 2009, en Historias: El aborto, la culpa y Jesús En él, mi amigo y 100% católico austriaco, Stephan (él me contó que él y su sra. llevan este blog conjuntamente :), explica lo señalado por el arzobispo de Viena sobre el tema culpa y aborto. Su resumen:

No hay condena, no hay desprecio (Verachtung, que es una palabra bastante más fuerte que desprecio). Ha llegado el momento, de mejorar significativamente el entorno social y espiritual de las mujeres. Es hora de sentarnos juntos a la mesa.

Esto último es lo que yo traté de explicarles a ambos. Ver, además: Menos abortos en Alemania y Menos abortos

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Transcribo mi artículo de entonces:

Queridos amigos: mi amigo Stefan Ehrhardt, me ha explicado algo cuya solución buscaba desde hace mucho tiempo... sin encontrar... hasta ahora.

Y lo ha hecho a través de las palabras del arzobispo de Viena, que él cita en su post de ayer, Neuer Mensch, neuer Holocaust (1).

Las palabras del Cardenal Schönborn, a las que me quiero referir son estas, citadas por Stefan:

Solange nur der schreckliche Vorwurf bleibt: Wir haben Kinder getötet, muss diese Schuld verdrängt werden! Sie ist zu schwer zu ertragen. Aber als verdrängte bleibt sie. Das gilt von aller Schuld, die nicht der Barmherzigkeit begegnet ist. Wir können es uns „psychohygienisch“ nicht leisten, unsere Schuld zu bekennen, wenn das in die Verachtung und öffentliche Verurteilung mündet. Jesus kann ich es sagen, weil ich weiß: Seine Barmherzigkeit wartet sehnsüchtig auf mich.


Se los traduzco. A ver qué opinan, después les cuento más de lo que opino yo; pero prefiero oir antes que hablar:

Mientras esté en pie la terrible acusación: "hemos matado a niños", ¡la culpa debe ser reprimida! (2). Una culpa así es muy pesada de soportar. Permanece entonces como una culpa reprimida. Esto vale, sobre todo, para la culpa que no es reparada con misericordia (con caridad, piedad, compasión).

Desde el punto de vista de la Psychohigiene (débilmente traducido en Wiki como salud mental), no nos podemos permitir reconocer nuestra culpa (3), si ésta termina en el desprecio y en la condena pública. A Jesús se lo puedo decir, porque Él, con toda su compasión, está esperándome ansiosamente.

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(1) Quienes me conocen, saben que pienso que el holocausto es único y que no estoy de acuerdo con que se lo compare con nada. Como por lo demás, señala críticamente el blog Gott sei Dank!, en su post Abtreibung und Holocaust II, que advirtieron recientemente -una vez más- los blogs católicos austriacos, que consideran inaceptable tal comparación.

(2) reprimir = verdrängen, estamos en Viena, usamos lenguaje psiquiátrico. Verdrängung es el mecanismo de la represión, un "mecanismo de defensa del yo en el cual el individuo se niega a reconocer una realidad determinada".

(3) Nótese que el cardenal habla en primera persona plural.


2 comentarios:

Mara Esteban dijo...

¿ Cuantas de las mujeres toman la decisión de abortar libremente? es cierto que en muchos casos es la mujer la que en apariencia va libremente , pero ¿ Cuantas de las mujeres que abortan hubieran preferido tomar otra decisión? creo que son muchas más de las que pensamos...

Marta Salazar dijo...

así es querida Mara... me pregunto si estos hombres siempre tan dispuestos a condenar a la mujer, ayudarían de verdad... con carino a una mujer en dificultades, por ej., llevándosela a su casa durante todo el embarazo...