Desde 1995 hasta la crisis, Alemania tuvo la menor tasa de inversión de la OECD

Siguiendo con la entrevista: El mundo se divide en ganadores y perdedores de la crisis económica

Sinn: Sí, somos dependiente de las exportaciones; pero las exportaciones se dirigen, en sólo una pequeña parte a los Estados Unidos y no es tan importante en Europa como fue en el pasado; hoy tenemos la orientación internacional muy fuerte, se ha encontrado nuevos clientes en Asia y en los mercados emergentes.

Allí pasa realmente algo que trae beneficios de la exportación alemana. Los países no sólo dependen de los mercados de bienes, sino también a través de los mercados de capitales. Este es un aspecto que a menudo se olvida.

En los mercados de bienes hay un desarrollo paralelo: cuando un país que compra bienes sube, compra en otro país y tira hacia arriba también a este segundo país.

En los mercados de capitales, esto es al revés, como es un movimiento de balanceo, si el capital fluye de A a B, entonces B sube y A baja.

Y así ha sido lamentablemente en el pasado: Una gran cantidad de capital de ahorro de Alemania ha fluido a Estados Unidos, ha corrido hacia papeles del gobierno griego, a España para financiar la inversión en construcción y en otros lugares.

Así que tenemos, en Alemania, la menor tasa de inversión de todos los países de la OCDE de 1995 hasta la crisis y por eso, faltó en la coyuntura de la economía interna en Alemania. Aquí no se construyó, no se ampliaron las capacidades de las empresas porque no había firmado ningún contrato para la construcción, industria de la maquinaria recibía sus pedidos sólo del extranjero.

Y este desarrollo fue, para nosotros, para el interior bastante problemático. Alemania tenía la segunda tasa de crecimiento más baja de todos los países de la UE o incluso todos los países europeos, incluyendo a los Urales desde 1995 hasta ahora.