A 100 años del nacimiento del cardenal Franz Hengsbach

Franz Hengsbach es uno de los eclesiásticos alemanes más importantes de la segunda mitad del s. 20, diría yo.

En la página de Adveniat que, hasta donde puedo leer, fundó primeramente como obra diocesana para ayudar a Hispanoamérica, pueden leer este delicioso artículo sobre su persona, titulado Nuestro Franz = „Unser Franz"

Dice que contribuyó a la reconciliación entre alemanes y polacos después de la guerra, reconciliación que, lamentablemente, algunos en ambos países, hoy ponen en peligro. Pero, como siempre, el amor puede más que el odio, pienso yo.

Algunos lo consideran un "progresista", otros no. Pero a la gente inteligente-como el cardenal Hengsbach- no se la puede meter en parámetros predeterminados. Su personalidad fue, sin duda, diferenciada y equilibrada.

Como jefe de Adveniat, se dedicó a ayudar al continente americano; era muy devoto de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Hispanoamérica y reconoció, desde un comienzo los peligros de la llamada teología de la liberación. De 1972, es su frase "La llamada teología de la liberación no lleva a ninguna parte. En su consecuencia, yace el comunismo" o "... si se la lleva a su última consecuencia, nos conduciría al comunismo" (1).

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(1) "Die sogenannte Theologie der Befreiung führt ins Nichts. In ihrer Konsequenz liegt der Kommunismus. Citado en "Kumpel Franz" wollte nah bei den Menschen sein" Al autor de este reportaje, Peter Hertel, tengo el placer de haberlo contradicho en público, ante un par de miles de personas, hace algunos años en Münstereifel.