Esta es una excelente forma de premiar a los trabajadores, haciéndolos participar del éxito de la empresa. (Principalmente, en China y también en el mercado alemán interno).
Siempre explico -lo habrán leído alguna vez en este blog- que pienso que, si a una empresa le va bien, depende de la gerencia y de cada uno de los trabajadores, ya que sin ellos, los gerentes no podrían hacer nada.
Metafísicamente, podríamos decir que no sólo la cabeza, sino el cuerpo todo participa -merecidamente- del éxito, obtenido por ambos.
Agradezco la imagen a Wikimedia y a su autor Samoborac
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3 comentarios:
Marta, quiero contarte mi breve experiencia con premios. Een una compañía marítima donde entré a trabajar, me enteré de que era habitual cobrar uno o dos aguinaldos extra (siempre y cuando las ganancias lo justicaban). Ese año había sido malo, pero el siguiente había sólidos motivos para expectativas. Las dudas eran si serían dos o tres aguinaldos. En su discurso de fin de año, el gerente general admitió que, efectivamente, habíamos cerrado el período con un muy buen superávit, pero también nos recordó que la renovación de la flota hacía necesaria la construccipon de dos barcos, así que... ¡ni un mes!
En los cinco años siguientes la capacidad comercial de la empresa fue disminuyendo; por suerte pude renunciar antes de que me despidieran.
!Felices Carnavales!
Federico
querido Federico, en realidad, es una pena lo que cuentas... yo creo que así era antes; pero una de las cosas que hemos aprendido este último tiempo -más aún después de la crisis económica- es precisamente la solidaridad y el valor del trabajo conjunto... además, los premios a los gerentes han sido puestos radicalmente en tela de jucio... no es que ya no se los den; pero, al menos, los de Audi los compartieron... espero que más empresas sigan su ejemplo :)
Un abrazo fuerte!
Hola Marta,
...una de las cosas que hemos aprendido este último tiempo -más aún después de la crisis económica- es precisamente la solidaridad y el valor del trabajo conjunto...
Es que el ser solidario, al no ser una condición innata, exige un cambio de mentalidad, un proceso muy largo.
"Ayer" no más, y aún después de haber recibido el apoyo del mundo financiero, muchas bonificaciones pagadas a directores y gerentes (no sólo en los EEUU) han seguido siendo extravagantes. ¿TANTO valían? no sé si exagero al decir que han contribuido, y no poco, a la crisis del subprime etc.
De todos modos querida Marta, me alegra conocer la tendencia que mencionaste.
Un abrazo,
Federico
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