Muchas veces, con la encomiable finalidad de que lograr la anhelada igualdad de oportunidades, se pide educación gratuita. Aparte de que la educación nunca es gratuita, ya que siempre hay alguien (o más bien, muchos) que la pagan (ver, por ej. mi post Educación superior gratuita), lamentablemente, la circunstancia de que la educación escolar sea gratuita, no garantiza la igualdad de oportunidades.
Como podemos ver claramente en Alemania, donde los colegios primarios y secundarios (salvo los colegios Waldorf y otros similares) son enteramente gratuitos (evidentemente, si mandas al nino a un internado, salvo que te den una beca, no será gratuito) y donde la gratuidad de la educación (hasta hace algunos años, incluso el 100% de la universitaria) no ha conducido a la añorada igualdad.
En efecto, en Alemania, llevamos cuarenta o más años intentando que el origen social no tenga influencia en la educación que reciben los niños. Desde hace medio siglo, tratamos que todos reciban la misma enseñanza en el colegio y... como leíamos consternados después del shock Pisa ya a comienzos de la décaca pasada nos mostraron que "los resultados de la prueba de lectura 'están en Alemania, más que en ningún otro país en una relación directa tan fuerte con el nivel socioecomómico de la profesión de los padres" (ver mi atículo Lean, lean - leamos leamos).
En cuanto a la prueba de matemáticas, la influencia socioeconómica se encuentra en Alemania "en la parte superior de una amplia rango intermedio" (am oberen Rand eines breiten Mittelfeldes). Al igual que en la prueba de ciencias naturales.
"La desigualdad social en la participación se hace evidente en Alemania particularmente evidente en la visita de diferentes tipos de escuelas", ver el apartado al respecto en Wikipedia
Agua Maldita
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Cuenta la leyenda que el monarca Abdul-El-Agreb adoraba el agua. Su
fastuoso palacio, construido en varios niveles, estaba rodeado de estanques
y fuente...
Hace 3 años
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