El 1° de mayo del ano 2004, diez nuevos países se incorporaron a la Unión Europea: Estonia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Ellovaquia, Eslovenia, Rep Checa, Hungría y Chipre.
Los temores eran grandes: desempleo en la Europa de los 15, debido a la inmigración de trabajadores del Este (el famoso gásfiter polaco, al que algunos le tenían tanto miedo), el aumento de la criminalidad y quién sabe qué más...
Salvo por Malta y Chipre, todos los otros países, habían formado parte, no de la Unión Soviética, pero sí de su sector de influencia, esto es, del territorio sobre el cual la URSS ejercía su hegemonía.
En aquel entonces y a más de una década del desmembramiento de la Unión Soviética, ni a Rusia ni menos a los estados sucesores del Imperio de los soviets se les habría ocurrido decir que los estaban "cercando", ni que la Unión Europea era una nueva potencia imperialista.
En aquel entonces, la OTAN (o NATO, como la llamamos en la mayoría de los países del mundo) colaboraba con Rusia y los otros países de la antigua alianza comunista, el mundo se hacía más pequeno y más pacífico (salvo en el Medio Oriente; pero esa es otra historia).
Hacía más de doce anos que Fukuyama había publicado su libro tan trinfalista "El fin de la historia". Algunos todavía pensaban en la "casa europea" de que había hablado Gorbi (Gorbatschow).
En otras palabras, nadie, ni en el antiguo Occidente, ni en el ex-mundo comunista planteaba, ni en broma, que Rusia se opusiera a una integración europea bajo el manto de la Unión Europea.
La integración de los diez nuevos países, ha sido verdaderamente un éxito. Polonia y Estonia se han convertido en "los primeros de la clase", con excelentes cifras económicas y cada día mejores cifras sociales.
No sé cómo será en otros países; pero en Alemania, es inconcebible una vida sin nuestros trabajasores polacos, que construyen nuestra casas, recogen espárragos y tomates, se casan con nuestras mujeres, limpian nuestros hogares y cuidan a nuestros abuelitos.
Por otra parte, las enefermeras y doctoras del Báltico son insustituibles en nuestro sistema de salud. Sólo Chipre es un problema... Pero es tan pequeno que lo podemos superar. Hungría también nos da dolores de cabeza; pero esperemos que, en las próximas elecciones, Orbán sea reemplazado, después de todo, lo que caracteriza a la democracia es que se puede cambiar a los gobernantes, en elecciones, claro.
Gracias a Dios, en aquel ya lejano 2004, Putin aún no estaba en lo que está hoy, no había abandonado tanto la realidad, como la ha abandonado hoy, en que cree incluso su misma propaganda... Porque de haberlo estado, la Unión europea no habría podido aceptar a los diez países (a ocho o nueve de ellos, seguro que no) que aceptamos hace diez anos.
Con todos sus fallos y pese a todas sus "pifias", la Unión Europea, ha podido/sabido llevar estabilidad y prosperidad a esos estados. Yo no sé si Uds. quieren el bien de los demás.... yo sí lo quiero y por ello, desearía que aún más países del Este (incluyendo a Ucrania, a Georgia y a Moldavia) pudiesen ingresar a la UE. Quiero que ellos, como los diez del 2004, también superen la pobreza...
Por último, es precisamenta, la Rusia de Putin, con su política de pocos amigos, intervencionismo, imperialismo y hegemonía, la que empuja lejos de sí a los estados a su alrededor, uno tras otros... Pero claro, siempre puede culpar a la Unión Europea de "obligar" a los nuevos países a ingresar a ella... Lo que no puede ser más absurdo, descabellado y burda propaganda imperialista.