viernes, 11 de abril de 2008

Beck contra Westerwelle : células madres embrionales


Continuando con la traducción anterior (ver Volker Beck y las células madres embrionales).

Beck le contesta a Guido que lamentablemente y como muchos liberales (pero no todos, recordemos a Schilly al que mencioné esta mañana, ver La decisión sobre las células madres hoy en el Bundestag o Parlamento alemán, ganó la posición intermedia: ni la abolición total del día fijo, ni la prohibición de experimentar con células madres embrionales, esto es con el óvulo fecundado).

Le contesta a Westerwelle (que está a favor de una liberalización y de permitir la experimentación, en la línea de su correligionaria Ulrike Flach): "La decisión del Tribunal Constitucional Federal y la exigencia de la Ley Fundamental son claras. En el caso de la ley para la seguridad aérea, el TCF ha amonestado (exhortado) una vez más: una vida no puede oponerse a otra vida; ni siquiera una vida que se cree que está condenada a muerte puede sacrificarse para salvar otras vidas".

Así es, no olvidemos que la acción ante el TCF fue iniciada por dos políticos liberales. Y que, lo que Beck dice acerca de vidas que se consideran condenadas a muerte refiérese a los pasajeros de un avión secuestrado por terroristas y que quieren estrellar en una gran ciudad. Como en el caso 11/S.

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(1) Die Entscheidung des Bundesverfassungsgerichts und die Vorgabe des Grundgesetzes sind klar. Beim Luftsicherheitsgesetz hat das Bundesverfassungsgericht uns als Gesetzgeber noch einmal ermahnt: Leben ist nicht gegen Leben abzuwägen; nicht einmal Leben, das wir dem Tod geweiht glauben, darf geopfert werden, um anderes menschliches Leben zu retten.


3 comentarios:

Hilda dijo...

una vida no puede oponerse a otra vida; ni siquiera una vida que se cree que está condenada a muerte puede sacrificarse para salvar otras vidas

woww que frase!!! completamente de acuerdo y se nos olvida fácilmente ¿quién nos erigió como señores y dadores de vida? nadie!!!

saludos. Hilda

Marta Salazar dijo...

y son del Tribunal Constitucional...

Hilda dijo...

Con más razón da gusto leer esas palabras, da gusto que quien tenga ese tipo de obligaciones sea quien piense así, ojalá todos lo hicieran.
saludos. Hilda