martes, 19 de agosto de 2008

Las tropas rusas no se retiran de Georgia por el contrario - Anuncio del gobierno de Suecia



Ayer, el vocero del gobierno federal, en su conferencia de prensa, poco antes del mediodía, advertía que el gobierno alemán no sabía, no tenía conocimiento de que el retiro de las tropas rusas del "núcleo de Georgia" (que no comprende las zonas de conflicto: Abjasia y Osetia del sur, aparte de las regiones cercanas a la "frontera" entre estas zonas y "el resto de Goergia") se hubiese iniciado, lo que preocupa sobremanera al gobierno y a la canciller.

Recordemos que esta -en Georgia- es considerada la peor crisis a que se ha enfrentado el gobierno de la canciller Merkel. Y que ella confió en que el retiro de las tropas rusas se iniciaría el lunes, ya que el sábado, el Pdte. ruso firmó el cese del fuego (no fue antes). Ver La diplomacia suave de Merkel y el retiro de las tropas rusas del núcleo de Georgia, como pueden apreciar... también yo fui muy ingenua... y confié en que el gobierno ruso cumpliría su palabra.

Es más, esta mañana, los periodistas alemanes en Georgia anuncian que las tropas rusas no sólo no se han retirado, sino que parecen haber sido reforzadas y estar avanzando, al menos a 40 kms de Tiflis y han bombardeado y destruido objetivos georgianos. En Gori, tanques rusos habrían arrasado con autos de la policía georgiana... en una típica acción de provocación.

¿Por qué? Probablemente, están esperando que el gobierno de Georgia reaccione equivocadamente, aunque sea en pequeña medida, para acusarlos y, sobre todo, para tener una razón para reaccionar y quedarse en Georgia. O, al menos, quedarse en Georgia, quizás hasta cuando... Entre paréntesis, dicen que en Rusia, hay tantos restaurants georgianos como en Alemania, italianos.

Por estos lados de Europa, se tema que el objetivo de la Federación -y no es que no haya motivos para creerlo, ver Las intenciones de la Federación rusa- es anexar a Goergia... De la autodeterminación de los pueblos que nuestros amigos de otras latitudes pensaban que defiende Rusia... de eso, nada y menos que nada.

Y, después de la amenaza de los generales rusos contra Polonia (la atacarían militarmente, debido a los misiles)... lamentablemente, creo que hemos iniciado una nueva era, una no muy promisoria, la etapa de paz relativa posterior al desmembramiento de la URSS está llegando a su fin.

El puente de ferrocarril a que Bildt se refería (ver Carl Bildt : con Steinmeier en Suecia y el ferrocarril destruido por las tropas rusas y su importancia para el abastecimiento de energía en Europa) es el puente cerca del pueblo de Grakatli, y 50 kms al noroccidental de Tiflis.

¿Alguien dijo que no era cierto que las tropas rusas estuvieran cerca de la capital georgia? Anatoli Nogowizin (general ruso, vice jefe de las tropas en Georgia) dijo que no era posible... que no fueron ellos... los del puente... no, claro, siempre lo van a negar. Como cuando acusaron al ejército georgiano de enviar miles de tropas a Kodori; el gobierno georgiano invitó a los periodistas extranjeros, quienes comprobaron que sólo había policías georgianos y que en Kodori sería imposible mantener la cantidad de personas de que hablaba el gobierno de la Federación, menos aún, unidades militares (esto pasó hace algunos meses).

El mapa es de ayer, fuente: Map of Russian military units in Georgia

Entre tanto, el gobierno sueco anunció el término de todo tipo de contactos militares con Rusia.

Esto, cuando hoy se reúnen los ministros de defensa de la OTAN en la ciudad flamenca de Bruselas.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me llegò estop què opinas:

"Para mucha gente, en la imagen de los tanques rusos recorriendo la frontera este mes de agosto resuenan los ecos siniestros de Praga en 1968. El reflejo instintivo hacia los esquemas de la Guerra Fría es algo normal, pero dos décadas después de la retirada soviética de aquellos bastiones resulta engañoso. No todos los desarrollos en la antigua Unión Soviética son una reproducción de lo ocurrido en la Unión Soviética.
El enfrentamiento entre Rusia y Georgia por Osetia del Sur, cuya escalada empezó dramáticamente ayer, tiene más en común con la Guerra de las Malvinas de 1982 que con la Guerra Fría. Cuando la Junta Militar argentina se regodeaba por el apoyo popular a su reconquista sangrienta de Las Malvinas, Henry Kissinger anticipó la inesperada respuesta militar británica con el comentario de que "ninguna gran potencia se retira para siempre." Quizás Rusia haya frenado la larga marcha de repliegue hacia Moscú que comenzó con Gorbachev.
En los ochenta, mientras menguaba la URSS, el Ejército Rojo se retiró de los países de Europa del este para los cuales su presencia suponía la protección de los impopulares regímenes comunistas. Esta retirada prosiguió con las nuevas repúblicas nacidas de la difunta Unión Soviética y con la presidencia de Putin, bajo la presidencia del cual las tropas rusas fueron evacuadas incluso de las bases militares en el país.
Para muchos rusos este vasto repliegue geopolítico de zonas que fueron parte de Rusia, incluso mucho antes de la llegada del comunismo, no trajo consigo ninguna mejora en sus relaciones con occidente. Cuanto más retiraba sus garras Rusia de otros territorios, más acusaba al Kremlin Washington y sus aliados de ambiciones imperialistas.
A diferencia de Europa del este, por ejemplo, las tropas rusas son populares en los hoy secesionistas estados de Abjazia y Osetia del Sur. El retrato de Vladimir Putin se encuentra colgado en más paredes que el del presidente de Osetia del Sur, el antiguo campeón soviético de lucha libre Eduard Kokoity. A los rusos se les ve como protectores contra una posible repetición de las limpiezas étnicas llevadas a cabo por los georgianos.
En 1992 occidente respaldó los intentos de Eduard Shevardnadze de reafirmar el control georgiano sobre estas regiones. La guerra del presidente georgiano fue un desastre para su nación. Dejó a 300.000 o más refugiados "expulsados" de las regiones rebeldes, pero fue el saqueo de las tropas georgianas lo que resulta más difícil de borrar de la memoria de osetios y abjazos.
Los georgianos han alimentado esta humillación desde entonces. [El presidente georgiano] Mijaíl Saakashvili no sólo ha hecho muy poco por los refugiados desde que llegó al poder en el 2004 -aparte de trasladarlos de los moteles en los que se hospedaban en Tbilisi para despejar el camino a los intereses inmobiliarios- sino que ha destinado el 70% del presupuesto georgiano al ejército. A principios de la semana decidió poner a prueba el músculo de éste.
Consagrado a conseguir la entrada de Georgia en la OTAN, Saakashvili ha enviado tropas a Afganistán e Irak, para sentir así cómo los EE.UU. le respaldaban. Las calles de la capital georgiana están cubiertas de carteles con el retrato de George W. Bush, que aparece al lado de su protegido georgiano. La avenida George W. Bush conduce al aeropuerto de Tbilisi. Pero Saakashvili ha ignorado el dictum de Kissinger: "las grandes potencias no cometen suicidio por sus aliados." Quizás sus aliados en Washington también la hayan olvidado. Esperemos que no.
Como Galtieri en el 82, Saakashvili se enfrenta a una crisis de la economía nacional y una población desengañada. Desde los años de la así llamada Revolución Rosa, el compadreo y la pobreza que caracterizaron al gobierno de Shevardnadze no han desaparecido. Las acusaciones de favoritismo y corrupción hacia el clan de su madre y las acusaciones de fraude electoral culminaron en una serie de manifestaciones contra Saakashvili el pasado noviembre. Sus implacables fuerzas de seguridad -entrenadas, equipadas y subvencionadas por occidente- cargaron violentamente contra los manifestantes. Emprenderla contra el enemigo común de Osetia del Sur hará que los georgianos hagan frente común con su presidente, al menos a corto plazo.
El pasado mes de septiembre, el presidente Saakashvili súbitamente se volvió contra su más cercano aliado en la Revolución Rosa, el ministro de defensa Irakli Okruashvili. Cada uno acusaba a su antiguo hermano de sangre de vínculos con la mafia y de obtener beneficios con el contrabando de mercancías. Sea cual sea la verdad, el hecho de que quienes son vistos como héroes por occidente por haber terminado con la corrupción de la época de Shevardnadze se acusen el uno al otro de toda suerte de crímenes y villanías debería ponernos en guardia a la hora de escoger a nuestro héroe local en lo que a la política del Cáucaso se refiere.
Los comentaristas geopolíticos occidentales se mantienen apegados a la simplificación de que una abusona Rusia la ha tomado con la pequeña y valiente Georgia. Sin embargo, cualquiera que esté familiarizado con las políticas del Cáucaso sabe que un estado que se queja de ser víctima de otro estado vecino mayor que él puede ser sumamente sospechoso hasta en los menores detalles. Los pequeños nacionalismos raramente son apacibles.
Lo que es peor: los programas de "entrenamiento y equipamiento" occidentales en el patio trasero de Rusia no contribuyen a la paz y la estabilidad, menos aún si líderes tan píromanos como Saakashvili los contemplan como una garantía de apoyo a las crisis nacionales, incluso si son ellos mismos quienes las han provocado. Parece haber pensado que el valioso oleoducto que atraviesa su territorio y los asesores de la OTAN que se mezclan con sus tropas regulares le prevendrían de una reacción militar rusa ante una incursión georgiana en Osetia del Sur. El cálculo se ha demostrado desastroso.
La cuestión ahora es si se logrará contener el conflicto o si, por el contrario, occidente entrará en él, elevando la tensión a niveles críticos. Occidente ha empleado hasta la fecha acercamientos muy diferentes a la crisis de los Balcanes, donde los microestados pro-occidentales rápidamente consiguen embajadas, y el Cáucaso, donde las fronteras establecidas por Stalin se tienen por sacrosantas.
En los Balcanes occidente patrocinó la desintegración de la multiétnica Yugoslavia, alcanzando el clímax con el reconocimiento de la independencia de Kosovo en febrero. Si un microestado dominado por la mafia como Montenegro puede obtener el reconocimiento de occidente, ¿por qué no habrían de obtenerlo las naciones pro-rusas -también con defectos, también sin estado- y que también aspiran a la independencia?
Dada su extraordinaria complejidad étnica, Georgia es una post-Unión Soviética en miniatura. Si los occidentales concedieron rápidamente el derecho a la independencia de Rusia a las repúblicas no-rusas en 1991, ¿cuál es la lógica por la que los no-georgianos deban permanecer en un micro-imperio que, casualmente, resulta ser pro-occidental?
Los nacionalismos de otros pueblos son como los romances de los demás, o, mejor dicho, las peleas de perros. Son cosas en las que gente inteligente haría mejor en no entrometerse. Una guerra en el Cáucaso nunca es una cruzada moral sin tacha, ¿pero acaso alguna guerra lo es?"
Mark Almond es profesor de historia en el Oriel College, Oxford.

Marta Salazar dijo...

profe! gracias!

no me gusta la comparación con las Malvinas!

ni la argentina, ni esta británica!

ha llevado a una simplifiación absoluta de lo que pasa en Georgia, sobre todo por los mismos argentinos,

lamentablemente, me parece que demasiado centrados en sí mismos,

hay unos artículos en Clarín que son... no sé si para reirse o para llorar!

sigo leyendo... es evidente que este profe británico mira el asunto desde un punto de vista muy distinto al argentino...

"el antiguo campeón soviético de lucha libre Eduard Kokoity", sí y de profesión principal era portero... no portero / arquero de fútbol, sino portero = el que cuida la puerta...

... elegido en una elección en que sólo se permitió votar a los osetios y no a los pocos (porque a muchos ya los habían expulsado) georgios que quedaban en Osetia del sur.

La comparación con los Balcanes... El imperio ahí era Austria-Hungría, no? y la relación de los Países de los Balcanes con la actual Austria es bastante distinta... Es lo que advertía Otto de Habsburgo en el caso Kosovo "hay que tratar bien a los pueblos, preocuparse por ellos..."

parece que Rusia no lo hizo.

Muy bueno el artículo, en todo caso, lo de que esta crisis fue provocada por Saak... eeeeh, es cierto que él no actuó bien; que se dejó provocar y que tampoco es verdad que él sea el campeón de la libertad... sólo por haber encabezado la Revolución de las rosas... Pero de ahí a culparlo a él...

Bueno, pero no es el momento de "buscar culpables", como dijo Steinmeier (que no culpen de todo a los rusos, con los que él se lleva muy bien, desde que era asesor de Schröder), sino de sacar a las tropas rusas de Georgia, antes de que se queden, no sólo con Osetia, sino también con Georgia!

En todo caso, la visión del prof. Almond es bastante anglosajona... y muy profesoral...

Pienso que, en el Cáucaso -más que en los Balcanes, si estamos x comparar- la alfombra de la diversidad étnica es inconmensurable,

de ahí que la existencia de estados nacionales como se conocen en Europa occidental (una etnia hegemónica sobre las demás en un estado nacional) no tiene mucha cabida...

Hay que garantizar siempre los derechos de las minorías en estas regiones y evitar los pensamientos e ideologías que proclaman la superioridad de un pueblo sobre otros.

Eso, a mi modo de ver, puede asegurarse muy bien dentro de la UE... De ahí la importancia de permitir el ingreso de todos los países que quieran a la Unión Europea.

A Mark Almond no lo encuentro en Wikipedia, qué más sabes de él?

saludos!

xavier dijo...

Marta:
Si es realmente confirmado, los rusos han pasado de agresivos a incompetente. Cada dia que tarden a evacuar el pais, cada dia que los demas paises se indignaran hasta que se hartaran e imponaran sanciones como no comprar productos rusos, impedir inversiones, restringir los turistas y estudiantes, etc.
Putin y su oligarcas deberian darse cuenta que tarde o temprano los rusos no podran aguantar las presiones. Ademas, la mobilzacion parcial de las tropas gasta dinero que hubiese podido utilizar en su entrenamiento o mejorar las condiciones de la vida de muchos soldados y sus familia.

xavier

Marta Salazar dijo...

así es...

no hay que olvidar que las condiciones de vida en el ejército ruso son atroces (mencioné hace unos días los mil suicidios de reclutas por year),

si invirtieran el dinero en otras cosas...

sabes que Putin está en la lista de Forbes, no? entre los 100 hombres más ricos del mundo

:(

Profeballa dijo...

No tengo ni idea quièn es, eso me lo mandò mi hermano que cada dìa parece que ùltimamente ha perdido su conciencia crìtica serà por trabajar en el gobierno què terrible!!!.

Profeballa dijo...

Mil gRACIAS!!!!!!!!!!!!

Marta Salazar dijo...

GRACIAS A TI!

era sólo curiosidad, porque, tal vez podría ser interesante leer más de sus artículos, ya que se preocupa del tema...

a veces, me he encontrado con que importantes profesores del mundo anglosajón tienen también muy buenos blogs

:)