Ayer se dió a conocer el estudio encargado por el Parlamento a un grupo de expertos, acerca del antisemitismo en Alemania: Bericht des unabhängigen Expertenkreises Antisemitismus - Antisemitismus in Deutschland – Erscheinungsformen, Bedingungen, Präventionsansätze Como corresponde a un país transparente, el Informe está, desde ayer, al alcance de todos en internet.
Me gustaría ir revisando cada uno de los capítulos, más bien, las conclusiones, para no aburrirlos con un estudio de más de 200 páginas (204 para ser exacta) y que yo esperaría que todos los periodistas que han escrito sobre el tema hayan leído. Lo que lamentablemente, me temo que no es así, al menos a juzgar por el artículo de alguna de ellos que un amigo twitteó hoy en la manana y que no puede ser más alejado a la realidad. Sería buenísimo que los medios extranjeros no enviaran a Alemania personas que no saben alemán y carecen de capacidad básica para aprender idiomas.
En primer lugar, el estudio se refiere (pág. 12) a los grupos de extrema derecha (a los que la corresponsal extranjera apenas menciona... lo que llama la atención considerando la importancia que les da el Informe).
En la pág. 20, dice el Informa que los grupos de la extrema derecha (que, curiosamente, la periodista extranjera no menciona, lo que me hace pensar cuál será su propia posición política) son los más importantes y significativos grupos portadores del antisemitismo en Alemania. Hace ver que, en ningún otro sector, tiene el antisemitismo un campo de agitación y es un tan significativ o elemento de identificación, como en la ultraderecha.
A su vez, al antisemitismo se superponen otros enemigos (Feinbilder) y complejos temáticos, que ofrecen una capacidad de relación (en el sentido de retención dentro del grupo) más fuertes y que encuentren aceptación en el centro de la sociedad. Con temas como los "extranjeros", los "extraños", los "musulmanes" se llega a complejos temáticos relacionados con la "globalización", la "política social" y la "extranjerización". Con lo que baja un poco la posición del antisemitismo en la propia representación.
Para la formación de Hassbildern, esto es de imágenes que se odian, se articula el odio a los judíos, en el sentido de llamados a la violencia y de fantasías de destrucción. Se trabaja con alusiones, códigos o subtextos que dan al destinatario un mensaje antisemita. Esto, sin que una posición antijudía sea formulada con claridad. Esto para evitar las consecuencias jurídicas, pero aludiendo a un resentimiento antisemita.
En este sentido, el antisemitismo racista y religioso tiene un papel muy reducido. Una función tanto mayor, juegan las formas de antisemitismo nacionalista, político y social, como las modernas formas de antisionistismo y antisemitismo secundario.
El antisemitismo tiene varias funciones: 1) La función de identificación, que permite un valoración del judío como inferior y del nacional como superior (ver mi artículo del domingo pasado El antisemitismo surge del sentimiento de la propia inferioridad).
2) La función de conocimiento, ya que, culpando a los judíos de muchas cosas, se logra una explicación fácil para complejos fenómenos sociales y políticos. Estas dos son funciones dentro del grupo.
Fuera de él, reconocemos la 3) función de movilización, en el sentido de ganar a personas de latente antisemitismo, dentro de la sociedad mayoritaria. Y la 4) función de legitimación, con la que se acusa a la "política establecida" de servir intereses judíos, al tiempo que el propio grupo actuaría en beneficio del propio pueblo.
Agua Maldita
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Cuenta la leyenda que el monarca Abdul-El-Agreb adoraba el agua. Su
fastuoso palacio, construido en varios niveles, estaba rodeado de estanques
y fuente...
Hace 3 años
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