Copio un párrafo de mi columna ¿Una pelea de familia? aparecida este mes de septiembre que ha sido para mí, de decisiones fundamentales, ya que después de varias décadas, he decidido dejar la organización católica a la que pertenecía.
La cercanía de sus miembros a la ultraderecha alemana y su intento de que no hablara públicamente sobre el tema (clericalismo de la peor especie) han sido factores decisivos. Sobre el tema -en general y no aplicable únicamente, ni en su totalidad a la organización a la que pertenecía- escribí, hace algunos días los siguientes párrafos.
Pensé en ello, después de leer el artículo Renunció el republicano John Boehner, que lloró durante el discurso del Papa, y hablan de un 'efecto Francisco' titula hoy La Nación de Buenos Aires (agradezco el link en Facebook a Ludmila Hribar)
Por último, me gustaría referirme muy brevemente a la familia cristiana. Parte pequeña, pero influyente, se ha aliado en una insana cohabitación con los sectores de la nueva derecha política. Veronika Wawatschek (@PendaAndika) se ha referido al tema en su análisis (es periodismo radial, por eso, podcast) APO von christlich-rechts?
Autores cristianos escriben en órganos bisagra entre la extrema derecha y sectores ultra conservadores. Escriben, reciben premios y elogian. Es mucho más que “estar a solo un contacto de distancia”. ¿Qué los une…? Los unen los anti-temas. Están en contra de la homosexualidad, del gender (ver ¡Es el Gender…! Y ahora, ¿quién podrá defendernos?), del feminismo, de los musulmanes, del trabajo de la mujer fuera de la casa, de las guarderías infantiles, de la familia moderna, de la Unión Europea. Y, por qué no decirlo: del mismo Papa Francisco (abierta o sutlmente. Pero en grupos cerrados en internet, la crítica al Papa es muy fuerte).
No, no son enteramente negativos, están también a favor de algunos temas: a favor del familialismo que, a mi ver, es lo más contrario a una familia sana. En el familialismo, la familia se convierte en una especie de religión, generalmente una familia muy cerrada, una “familia burgo”, donde pueden entrar sólo quienes ellos consideran sus iguales. Todo lo contrario de una familia abierta, alegre y multicolor. También están a favor de Putin, elogiado por ellos mismos, como el gran defensor de la familia y del aumento de la población.
No, no son enteramente negativos, están también a favor de algunos temas: a favor del familialismo que, a mi ver, es lo más contrario a una familia sana. En el familialismo, la familia se convierte en una especie de religión, generalmente una familia muy cerrada, una “familia burgo”, donde pueden entrar sólo quienes ellos consideran sus iguales. Todo lo contrario de una familia abierta, alegre y multicolor. También están a favor de Putin, elogiado por ellos mismos, como el gran defensor de la familia y del aumento de la población.
Ambos grupos, gustan de encerrarse sobre sí mismos, creando sociedades paralelas. Viven con miedo al mundo, del cual huyen, creando mundillos paralelos. Se reúnen entre ellos, se “informan” sólo en sus propios medios (con el tiempo, tienen medios comunes), páginas especializadas en algún tema (editoriales propias que aprovechan para vender sus propios libros y revistas) y blogs (generalmente, con page rank 0). Unidos en la conspiranoia, que es otro tema común. Este grupo de cristianos se ha alejado de la familia cristiana del siglo 21, para regresar a una senda que calificaría más bien como de nacional catolicismo, un clericalismo en que la política prima sobre la religión y la utiliza.