No es que me interese mucho; pero es "el" tema del día en Alemania y mejor no pensar en los titulares de la prensa farandulara de manana.
Kachelmann fue absuelto, es una absolución de "segunda categoría", como se dice por acá, ya que no fue probado que él no violó a su amante; como tampoco se probó que su ex-novia había mentido para vengarse de él.
O sea que es el típico caso en que se aplica el principio in dubio pro reo. Es posible que la fiscalía solicite una revisión.
El caso ha servido (tal como el anterior de Nadja Benaissa) para replantearse la cobertura mediática judicial, el papel de los periodistas en general y la influencia de la "opinión pública" en las decisiones judiciales. Esta manana, Leyendecker (eol periodista top de la Süddeutsche se quejaba de que muchos de los periodistas enviados a cubrir los juicios son alcohólicos, lo dijo tal cual, lo escuché directamente).
La verdad jurídica y la verdad real no siempre coinciden.